Llamazares cree que IU recuperará su espacio si vuelve a "ser creíble"

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, está convencido de que no todo está perdido para la coalición. Así lo expuso ayer en una conferencia en el club siglo XXI, en la que se comprometió a liderar un proceso de cambio profundo para que IU salga del agujero político, económico y electoral en el que se halla inmersa. Llamazares cree que, si IU "vuelve a ser creíble", puede recuperar su espacio porque hay "millones de españoles que no confían ni en una derecha enmascarada en un centrismo ausente ni en una izquierda que ya no se atreve a hacer valer la tradición" de la lucha obrera que ha transformado la sociedad dotándola de unos valores sociales que ahora están en retroceso.

Esta clara referencia al "camino hacia el centro" del PSOE, que permite a IU recuperar espacio político, es uno de los ejes fundamentales del discurso del nuevo coordinador general. Otro es la necesidad de que IU se acerque al mundo de los movimientos de izquierda que no están incluidos en partidos políticos -ONG, ecologistas, pacifistas y, especialmente, los grupos que luchan contra la globalización-. De hecho, IU va a seguir muy de cerca las protestas convocadas para la cumbre de Niza que comienza hoy y el propio Llamazares se trasladará hasta allí para reunirse con líderes de la izquierda europea.

La nueva dirección de IU asume, en su mayor parte, que la coalición ha perdido credibilidad por muchos motivos, pero especialmente por dos o tres cuestiosnes: la llamada pinza con el PP, la negativa a pactar con el PSOE que permitió que la derecha gobernara en cientos de ciudades, y la división interna. Por eso ahora, y especialmente en los dos primeros asuntos, el discurso ha cambiado radicalmente, y en esto coinciden Llamazares y Francisco Frutos, secretario general del PCE.

El coordinador general criticó ayer con dureza la "patrimonización del poder" que ha hecho el PP y la despolitización de la sociedad que está impulsando, y dijo que IU se dedicará precisamente a lo contrario, a "señalar el conflicto que atraviesa una sociedad injusta por definición".