Los perdedores rechazan la primera oferta de integración
Acosta decide quedarse fuera
A altas horas de la pasada madrugada, el nuevo secretario general de la FSM, Rafael Simancas, continuaba la laboriosa y difícil tarea de hacer una ejecutiva de "integración". La situación no apuntaba a un final feliz. El ganador ofreció a su adversario, José Antonio Díaz, la vicesecretaría general, y a su sector, un área sin determinar y cinco vocalías. Los perdedores aseguran que la oferta es "irrisoria y en absoluto integradora". Según fuentes del sector de Díaz, Simancas les indicó que, si no aceptaban la vicesecretaría general, añadiría una vocalía más, es decir, un puesto sin responsabilidad. "Esto indica a las claras la escasa importancia que dan a la vicesecretaría, cuando la consideran intercambiable o similar a una vocalía", afirmaron desde el entorno de Díaz.Díaz estimó que para que haya integración la oferta tiene que aproximarse al 40% de los puestos de la ejecutiva, ya que su bloque obtuvo algo más del 42% de los votos. Sus partidarios reconocieron, no obstante, que podrían bajar esa exigencia a lo largo de la madrugada. Nunca, sin embargo, aceptarían la oferta inicial porque no llegaba al 17%.
Miembros del sector renovador auguraban a los ganadores una difícil tarea, no sólo para convencer a aquéllos, sino para "dar satisfacción a todos los sectores que han apoyado" a Simancas. Fue madrugada de recordatorios de unos y de otros. Los renovadores recordaban que el congreso anterior -en 1997- lo ganaron y ofrecieron a los guerristas puestos electorales casi al 50%. Del otro lado precisan que, aunque hubo posteriores acuerdos para las candidaturas, no los hubo para la ejecutiva, por lo que se quedaron fuera de la dirección que Jaime Lissavetzky encabezó hasta ayer. También entonces los guerristas consideraron "insuficiente" la oferta de los vencedores.
"Hemos ganado el congreso y no podemos ofrecer a los perdedores casi la mitad de los puestos", dijeron los guerristas al filo de la medianoche. Los puestos garantizados eran los del guerrista Óscar Iglesias y los de las renovadoras clásicas Helena Almazán y Ruth Porta. El líder del grupo guerrista, José Acosta, aseguró a EL PAÍS que él no estaría en la ejecutiva.La intención de Simancas es la de formar una dirección más reducida que la anterior -que estaba compuesta por 45 miembros-, pero la necesidad de dar entrada a representantes de todos los bloques que le han apoyado hace difícil este objetivo. En los primeros borradores, la nueva ejecutiva no baja de 35 miembros. Precisamente el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, recomendó a Simancas, nada más resultar elegido, que intentase formar una dirección reducida. Blanco aconsejó hace una semana, tanto a Simancas como a Díaz, que el ganador procurara "integrar" a su oponente. El éxito o fracaso de la integración se conocerá con el resultado de la votación que hoy obtenga la ejecutiva que Simancas presente a los 643 delegados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.