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El PSPV acusa a Zaplana de buscar un enfrentamiento por el PHN. Los socialistas recriminan a los populares el fomento de políticas urbanísticas que agravan la escasez de agua

El proyecto de Plan Hidrológico Nacional (PHN) del Gobierno central enfrentó ayer de nuevo al PP y al PSPV. En su afán por defender el plan y, especialmente, los trasvases que prevé, los populares arremetieron contra los socialistas, por condicionar las cesiones a un uso racional del agua y reclamar un reparto de responsabilidades entre las comunidades afectadas. Unas declaraciones del presidente del PSC, Pasqual Maragall, en ese sentido, apoyadas por el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, reavivaron la polémica. Pla acusó a Zaplana de "intentar enfrentar a unas comunidades con otras".

Intento baldío

El Partido Popular ha reforzado su defensa del PHN tras la celebración, hace dos semanas en Zaragoza, de una multitudinaria manifestación en la que miles de aragoneses mostraron su frontal rechazo al proyecto. Los populares, con el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, a la cabeza, han reclamado que todas las fuerzas sociales valencianas apoyen el proyecto del Ejecutivo central y han buscado el cuerpo a cuerpo con los socialistas, a los que acusan de mantener posturas distintas en Aragón y en la Comunidad Valenciana, donde el PSPV ha apoyado el PHN y los trasvases, mientras que el Gobierno aragonés del PSOE fue uno de los convocantes de aquella manifestación.Oficialmente, el PP no es partidario de convocar movilizaciones para defender su postura, ni de avivar, a cuenta del PHN, un enfrentamiento entre comunidades autónomas donantes y receptoras de agua. Así lo manifestó el pasado miércoles en las Cortes el presidente de la Generalitat, quien al contestar a una pregunta del Grupo Popular en la sesión de control al Consell aseguró que no va a "incentivar guerras territoriales" en torno al asunto. No obstante, días antes, en Florencia, donde Zaplana coincidió con el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, los dos dirigentes del PP, a pesar de considerar inadecuado el recurso de "sacar a la gente a la calle" para defender los trasvases utilizado en Aragón, avisaron de que si en Zaragoza la protesta contra el PHN reunió a 200.000 personas, en sus respectivas comunidades también podrían movilizar a un número mayor de ciudadanos y no descartaron la posibilidad de convocar las correspondientes manifestaciones.

En ese escenario, unas declaraciones realizadas el jueves por el ex alcalde de Barcelona y líder de los socialistas catalanes, Pasqual Maragall, han reavivado el enfrentamiento. Maragall se mostró contrario a la propuesta del Gobierno central de recurrir en exclusiva a un trasvase del Ebro para solventar el déficit de agua del litoral mediterráneo y, tras preguntarse "por qué no se puede tocar el Duero o el Tajo", aludió a un "pacto no escrito" por el que las comunidades autónomas gobernadas por el PP ven pasar de largo un conflicto como el suscitado en Aragón. El dirigente socialista catalán puso el dedo en la llaga al añadir: "No somos quién para decir cómo se debe gastar el agua en Murcia o Valencia, pero sí podemos decir que para que haya un trasvase antes debe haber un uso racional y equitativo". Entre otras cuestiones, Maragall considera que no es lógico que el agua sea más barata en zonas donde es escasa y cree que habría que encarecerla para que la población entienda que se trata de un recurso escaso.

El presidente Zaplana dijo ayer que las palabras de Pasqual Maragall demuestran "un nivel de desconocimiento importantísimo" del PHN y, además, suponen un "desprecio hacia sus compañeros de la Comunidad Valenciana y de Murcia". Pero el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, se mostró de acuerdo con Maragall y acusó a su vez a Zaplana de "intentar enfrentar a unas comunidades con otras".

Eduardo Zaplana se mostró ayer especialmente contrariado por la referencia de Pasqual Maragall al "derroche" de agua que, en opinión de éste, se registra en la Comunidad Valenciana debido al bajo precio que se paga por ella. Una afirmación que, para el presidente valenciano, demuestra "un nivel de desconocimiento importantísimo". Según Zaplana, Maragall "probablemente ni se ha leído el Plan Hidrológico ni sabe las cosas que se están haciendo en nuestra Comunidad". El presidente trató de meter cizaña entre los socialistas al referirse al "desprecio" de Maragall hacia sus compañeros valencianos y murcianos, que se han manifestado a favor del trasvase del Ebro. "Es una constante en sus declaraciones", dijo Zaplana, quien explicó que Maragall "nunca ha hablado ni se le ocurrirá hacerlo con sus compañeros del partido en la Comunidad Valenciana, porque tiene un profundo desprecio por lo que significan y representan".

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Zaplana aseguró que el debate en torno al PHN y a los trasvases "está sereno y tranquilo", puesto que, según añadió, "es muy difícil a estas alturas poder contradecir los argumentos que se están manteniendo desde el Gobierno central y desde algunos territorios o comunidades que tienen una necesidad imperiosa de recursos hídricos y que plantean que se hagan todas las obras de infraestructura para cubrir las necesidades de todo el mundo, de manera que, cuando existan excedentes, una parte de ellos se pueda traspasar".

Pero el intento de Zaplana de sembrar la discordia entre los socialistas resultó baldío, porque el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, se alineó con las tesis de Maragall, no sin antes acusar a Zaplana de utilizar el PHN para enfrentar a unas comunidades con otras. Según Pla, Zaplana "busca fórmulas para intentar quedar bien y aparentar ante los ciudadanos valencianos". Según el dirigente socialista, el plan y las posiciones del PP "lo único que hacen es enfrentar a unas comunidades con otras, lo que no es positivo ni es bueno"."Comparto la idea de que tenemos que plantear una solución que no vaya vinculada sólo al aprovechamiento del trasvase del agua del Ebro", dijo Pla, quien, tras asegurar que el trasvase es "necesario", señaló que también son precisos una mejor utilización y un mayor aprovechamiento del agua.

En este sentido, el líder de los socialistas valencianos acusó al Consell de no haber actuado en esta cuestión, con iniciativas como el riego localizado o por goteo o con programas de mejora de la utilización de este recurso. Pla dijo que en determinadas zonas de la Comunidad Valenciana existe un nivel de desarrollo urbanístico "que claramente marca un uso y abuso del agua", por lo que consideró "muy difícil hacer una petición de solidaridad a otras regiones cuando desde el Consell no se están haciendo acciones concretas" para mejorar esos usos. "Es evidente que, aunque Zaplana pone por excusa que el desarrollo urbanístico viene marcado por nuestras leyes, las reformas que ellos han hecho últimamente de esas leyes han favorecido la especulación y la proliferación de masas urbanísticas incontroladas que hacen que el agua sea más escasa y limitada".

Pla afirmó que en la Comunidad Valenciana y en el Estado existe "una carencia total y absoluta del valor del agua", tanto en el consumo ciudadano como en el destinado al riego, y consideró que se debería crear una conciencia sobre el mejor aprovechamiento del agua, para lo cual "también hace falta legislar y poner normas que vinculen a los ciudadanos, y eso no se ha hecho". "El PHN no nos gusta", reiteró Pla, "porque está vinculado única y exclusivamente a las actuaciones en obra hidráulica, única y exclusivamente en una cuenca concreta, la del Ebro, en lugar de hacer un diseño del conjunto del Estado y optar por políticas que favorezcan la sostenibilidad del sistema a medio y corto plazo".

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