Sergio García: "Para ser el mejor del mundo hay que ir a América"
Miguel Ángel Jiménez, el malagueño que hace nada decía que como en Europa, su pescaíto y su jabugo en ninguna parte, y menos en Estados Unidos, sus hoteles en serie y su comida basura, ayer dijo: "Voy a jugar también el circuito americano, en EE UU, el año que viene, 15 torneos por lo menos, y me he dado cuenta de que es una decisión que tenía que haber tomado el año pasado". Sergio García, que ya sabe lo que es jugar en EE UU (la temporada pasada fue miembro del circuito europeo), añadió: "Seguramente juegue algo más en América en 2001. Si quieres ser reconocido como campeón, para ser el mejor del mundo tienes que ir a América". Los dos jugadores de golf, dos de los mejores españoles, están en Madrid, donde hoy comienza el resucitado Open de Madrid BBVA, el torneo que inaugura la traca final y española de la temporada, con el Volvo Masters dentro de dos semanas en Jerez de la Frontera, y el Mundial Matchplay en Valderrama del 9 al 12 de noviembre. José María Olazábal no estará en Madrid, pero también defiende la bandera de la americanización, pese a ser un acérrimo defensor de las virtudes y la forma de ser europeas, y también será miembro del circuito de la PGA el próximo año.El circuito europeo ha intentado revivir los dos últimos años forzando un duelo artificial entre los británicos Colin Montgomerie (escocés) y Lee Westwood (inglés), dos jugadores que aún no han ganado un grande. Y el circuito europeo asiste ahora mismo a una desbandada generalizada de sus mejores elementos, incluido Montgomerie. Y lo más sorprendente, y sintomático, del caso: todos los cracks anuncian que se apuntan a América en un año Ryder precisamente. Es extraño sencillamente porque los criterios de selección para el equipo europeo de la Ryder Cup (puntos que sólo se consiguen en el circuito europeo, en los cuatro grandes y en los cuatro del circuito mundial) son la única defensa que tenía la organización del golf del Viejo Continente para frenar la fuga de talentos.
Propuestas de selección
Pues ya, ni eso. "La Ryder me gusta, y me gustaría ser parte del equipo europeo, pero antes está mi libertad de acción", anuncia Jiménez. "En todo caso, deberían cambiar la forma de seleccionar. Es muy sencillo: que cojan el ránking mundial y cojan a los 12 primeros europeos". Olazábal está en la misma línea. "No puedo hipotecar mi desarrollo golfístico simplemente porque cada dos años se juega la Ryder Cup", dice el vasco. Y García también concede un lugar secundario a la Ryder. "Claro que quiero jugar en la Ryder, pero no puedo forzarme a jugar 10 torneos seguidos en Europa para puntuar y luego ir cascado a EE UU", dice. Bien le vendría a García, y a Jiménez, o a Miguel Ángel Martín empezar a puntuar ganando el Open de Madrid. Ninguno de los tres ha ganado este año un torneo. Su mayor rival será, o eso dicen los ránkings, el norirlandés Darren Clarke, número dos actual de la Orden del Mérito Europea.
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