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Reportaje:

La música eterna de las palabras

La actriz Alicia Hermida imparte un curso de verso en el Centro de Estudios Escénicos de Andalucía

La actriz Alicia Hermida ha paseado durante años su arte por los escenarios españoles. Las obras teatrales programadas en la televisión y su presencia en películas como El bosque animado y Las bicicletas son para el verano han dado a su rostro cierta popularidad. Es una de esas actrices que si hubiera nacido en Inglaterra sería conocida como Dame Alicia Hermida. Pero es mucho más. Trabaja también como una incansable maestra de actores. Hermida imparte un curso de verso en el Centro de Estudios Escénicos de Andalucía, en Sevilla. El curso, que se inició el pasado 2 de octubre, concluirá el próximo día 27.Una docena de alumnos rodea a la actriz. Leen un fragmento de El perro del hortelano, la obra de Lope de Vega que Pilar Miró llevó con éxito al cine. Hermida corrige el tono, las inflexiones, la sonoridad y la respiración de sus alumnos, entre los que predominan las chicas. La actriz insiste en que la protagonista habla consigo misma y corrige a su alumna Belén. "Es una pregunta que [la protagonista] se hace a sí misma, es algo más interior", insiste Hermida. "Vale, vale...", responde Belén. La actriz le recuerda a otra alumna que no ha respirado "a tiempo". "Te has ahogado", le indica. A Juan le recomienda que "tome aire suficiente". Con la prisa, Juan se equivoca y lee: "Yo quiero un hombre de bien". Hermida le enmienda entre risas: "Lope escribió 'yo quiero un hombre bien".

Las continuas correcciones, los comentarios, los pequeños incisos agotan a cualquiera. Es como construir una montaña -"se tarda toda una vida en aprender a ser actor", afirma Hermida- con guijarros diminutos. La actriz propone un descanso.

"Con este curso queremos que los profesionales jóvenes trabajen el verso", explica. Hermida da sus clases con monólogos y escenas de textos clásicos. Los sonetos y los romances también entran en su enseñanza. Son trabajos prácticos con textos de Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina, García Lorca y Valle-Inclán.

Hermida empezó a dar clases de teatro en 1980. Sus 20 años de dedicación han incluido talleres de teatro que han llegado hasta lugares tan dispares como Bélgica, Nicaragua o Japón. Su labor de asesora en verso de El perro del hortelano -una película que demostró que los clásicos del Siglo de Oro pueden llevarse a la pantalla con éxito- avala sus conocimientos.

"Hay demasiados prejuicios y miedo al verso. Lo importante es que el actor cumpla con las necesidades del personaje. Cuando yo era jovencita había actores que decían muy bien el verso. Pero muchas veces sólo declamaban el verso. No lo integraban en el personaje. Decían, pero no hacían", relata la actriz.

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"Si un actor tiene energía el verso no es un problema. Emma Suárez [protagonista de El perro del hortelano] no había hecho verso nunca. Trabajamos y lo hizo. Hay que evitar el rengloneo -ir diciendo el verso renglón por renglón-, hay que respirar bien y estar relajado", señala.

Hermida ayuda a que "el actor se dé cuenta de que el verso no le pone un corsé, sino que le hace más libre porque es un lenguaje como la música". "Lo importante es que haya contenido, que las palabras no estén vacías, huecas", recalca. Hermida cree que el verso no está muerto en el teatro. "Es un lenguaje que toca directamente, como la música, y que tiene que volver. Shakespeare y Valle-Inclán siguen siendo tan actuales como cuando escribieron sus obras", concluye la actriz.

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