La crisis de UGT de Jaén deriva en impugnaciones y querellas
UGT vive una fuerte convulsión en Jaén motivada por la crisis interna de la Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT), que se va a trasladar a los tribunales y que está salpicando incluso al secretario confederal, Cándido Méndez, cuya intervención ha sido solicitada. La crisis puede llegar a tener sus efectos fuera del sindicato, puesto que el sector que apoya a Antonio Cueva, anterior responsable de la federación del campo en Jaén, va a impugnar el convenio colectivo de Egmasa, la empresa que, entre otros cometidos, gestiona el Plan Infoca.En su opinión, los firmante del convenio, entre ellos el nuevo responsable de FTT, Jacinto Párraga, han traicionado a más de 600 eventuales que no tienen garantizada su contratación más allá de 2001, además de la inclusión de medidas como las pruebas físicas excluyentes o la doble escala salarial o la excesiva jornada laboral en incendios.
La crisis estalló por un cambio en la secretaría provincial de FTT-UGT. Salió del sindicato Antonio Cueva, que sigue siendo miembro de la dirección estatal, y entró Jacinto Párraga. El primero consideró irregular su salida en el congreso celebrado el pasado mes de marzo y desde entonces han estallado los enfrentamientos. Las fuerzas se han dividido. Antonio Cueva está apoyado por el secretario federal de FTT-UGT, Juan Aguilar, y no ha dudado en arremeter contra el responsable andaluz de UGT, Manuel Pastrana. Toda la FTT de Andalucía está pendiente de esta disputa, pues vive también inmersa en una profunda división entre los partidarios de Juan Aguilar y los que se oponen a él.
Antonio Cueva y un responsable de la federación estatal, Manuel Aguilar, anunciaron ayer que han presentado una querella criminal contra Jacinto Párraga por calumnias e injurias. Señalaron que en estos meses de disputa, Párraga ha llegado a tildarles de "banda mafiosa organizada" o "mercenarios sindicales". "Incluso han llegado a la desfachatez de decir que amenazamos con matar a los afiliados", dijo Aguilar.
Acusan además a la nueva ejecutiva de irregularidades como la de no querer someterse a una auditoría de cuentas.
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