Mejor juego, peor resultado

"No podemos jugar mejor. Ha sido nuestro mejor partido del campeonato". Marc Lammers, el seleccionador del equipo español, serio y compungido era uno de los pocos con quien se podía hablar bastantes minutos después de que España perdiera por 2-0 ante Holanda en el partido por la medalla de bronce. La mayoría de las chicas continuaban llorando y maldiciendo su mala fortuna al no haber conseguido vencer en un encuentro en el que dominaron a las holandesas y en el que llegaron a lanzar ocho penaltis córners sin que pudieran batir a la portera holandesa. "Teníamos la medalla en la mano y la hemos dejado escapar", constataba apenado Lammers.Pero a pesar de la derrota y de que en el torneo ha tenido que recurrir a un tipo de juego defensivo, España ha logrado progresar desde el octavo y último puesto en Atlanta al cuarto ahora en Sydney. "Después de unos días de descanso comprobaremos que lo que hemos hecho ha sido grande", explicaba todavía llorosa Carmen Martín.

La cuarta posición le devuelve a España a un camino del que se alejó hace cuatro años en Atlant,a donde no estuvo a la altura del título que había logrado cuatro años antes en Barcelona. La crisis del equipo desencadenada cuando el anterior seleccionador, José Brasa, decidió incorporar como portera a Mariví González, titular en el equipo que ganó el oro en 1992 pero que llevaba ya un tiempo jugando de delantera con el Club de Campo, se ha superado con la posición obtenida en Sydney.

Han sido cuatro años difíciles, en los que la selección quedó fuera del plan de Ayuda a los Deportistas Olímpicos (ADO) con lo que ello implica: un importante recorte de los recursos que recibe, vitales para unas deportistas absolutamente aficionadas.

Martí Colomer, presidente de la Federación Española de Hockey Hierba, explica que el ADO no les dejó de la mano y les prestó una mínima ayuda aportando diez millones de pesetas para financiar la contratación del entrenador los dos primeros años, cinco millones más para el equipo en 1999 y 16 millones este año. Los chicos, subcampeones olímpicos, sí estaban en el plan ADO por lo que la federación percibió unos 55 millones de pesetas anuales, 27,5 destinados al equipo y 27,5 más destinados a concentraciones y entrenadores. El buen papel realizado por las chicas en Sydney las ha clasificado además para disputar el próximo Mundial, el año 2002 en Perth..