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Sydney 2000

Camerún, músculo y orgullo

Un equipo decidido a poner el fútbol africano a la cabeza del mundo espera a España

Contra lo que pudiera parecer, la conquista española del oro olímpico es una empresa muy compleja. España se las verá en la final con el 70% de la selección que fue campeona de África en febrero pasado: con cinco titulares de la selección absoluta de Camerún (Lauren, Eto'o, Geremi, Wome y Mboma). Muy ansiosos todos ellos por demostrar que el fútbol africano está a la cabeza del mundo. "Si España piensa que sólo somos un equipo muy físico, se equivoca", desafía el ex portero del Espanyol y actual entrenador de arqueros de Camerún, Tommy N'Kono, de 45 años. Camerún, además, juega por el orgullo de África, como se encargó de recordarle a su principal estrella, el delantero Mboma, el asombroso rey de los 10.000 metros, el atleta etíope Haile Gebrselassie. En Camerún, la clasificación de su selección para la final olímpica ha sido celebrada como una gran hazaña. No es para menos. Se trata de la segunda medalla de la historia de Camerún en unos Juegos. La primera se remonta a 1966, cuando el boxeador Pesala logró la plata.La masa muscular de los muslos de Patrick Mboma, de 30 años, resulta impresionante. "Esto es natural, no me gusta nada el gimnasio", comenta este delantero de exquisita educación que se expresa igual en francés, inglés o italiano. Es una de las estrellas de los Juegos. Ha marcado cuatro goles, uno de falta ante Brasil y otro de trallazo ante Chile. "Tengo un disparo muy potente, de cabeza no soy Zamorano, pero no voy mal. Y soy veloz en carrera", se define el delantero del Parma, que promedia 12 goles por temporada en el calcio. Mboma procede del Cagliari, aunque antes estuvo en Japón, "donde gané mucho dinero", y Francia, donde llegó a los tres años. "Siempre preferí jugar con Camerún, aunque claro, si pienso en los títulos que hubiera ganado con Francia...", se ríe Mboma, casado y con tres hijos (para su disgusto, uno de ellos es hincha del Juventus).

Aparentemente, Camerún tiene un punto débil: la defensa, sobre todo cuando practica el fuera de juego. "Lo hacen fatal", dijo el central español Amaya tras ver la semifinal de Camerún ante Chile. Mboma explica por qué. "Es que no lo hemos entrenado. Lo improvisamos ante Brasil, pero creo que contra España no lo intentaremos", señala el delantero del Parma. Esta anécdota refleja el carácter de esta selección africana: su tendencia a la improvisación. "Nuestro fútbol es imaginativo. Nunca sabemos lo que vamos a hacer", indica N'Kono.

La sorpresa alcanza incluso a la portería, donde N'Kono decidió sacar del banquillo ante Brasil a un chico de 16 años, Idriss Kameni, convertido en héroe nacional después de sus grandes paradas ante el combinado brasileño y posteriormente ante Chile. Kameni procede de la prestigiosa escuela de Douala, de donde fue fichado por el Le Havre francés cuando tenía 12 años. Su ídolo es el guardameta francés Bernard Lama. "Kameni", comenta N'Kono, "es muy completo. No se queda en la raya, es bueno en el uno contra uno, juega bien con los pies y tiene carácter". Ese carácter que le llevó, con 16 años, a citar a sus compañeros antes de enfrentarse a Brasil y advertirles de que él iba a ser el titular. Y de que no tenían nada que temer. "Si es bueno, qué importa la edad. Mira Casillas", remata N'Kono, molesto con los dirigentes españoles por no prestar atención a las promesas de Camerún. Y da un nombre de una joya para el futuro: el centrocampista del Sedan francés Mbami, de 18 años.

El ex portero del Espanyol se pone emotivo cuando habla de Lauren, el interior del Arsenal que se crió en Andalucía y que es ahora una de las principales referencias de Camerún. N'Kono lo descubrió leyendo el periódico As. "Leí que era la revelación de la Segunda División (entonces jugaba en el Levante). Hablé con él y le pregunté si quería jugar el Mundial de Francia. Dijo que sí", cuenta N'Kono sobre el hombre que se atrevió a lanzar un penalti en el último minuto ante Chile que clasificó a Camerún para la final.

Camerún es especialmente peligroso al final de los partidos. Ahí ha ganado sus dos compromisos cruciales, ante Brasil y ante Chile. "Eso es porque estamos muy fuertes, física y mentalmente", comenta con simpática chulería el jugador del Mallorca Samuel Eto'o, ataviado con una gorra blanca que tapa parte de una cara muy aniñada. "España ya tiene el oro de Barcelona 92. Que se conforme ahora con la plata", bromea Eto'o, que no actúa de mediocampista como en España, sino de delantero. Temible pareja, pues, la que formará con Mboma en el estadio olímpico de Sydney a partir de las tres de la madrugada del viernes al sábado, hora de España.

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