Un psicópata en escena

El público que desde hoy se enfrente, en el teatro Infanta Isabel, a la obra Palabras encadenadas, de Jordi Galcerán (Barcelona, 1964), tiene varias opciones, salvo la de quedarse impertérrito. Sobre el escenario verán a Carlos Sobera, el popular presentador televisivo del casi imposible concurso 50x15, ¿quiere ser millonario?, emitido a diario por Tele 5, convertido ahora en un psicópata asesino frente a su víctima número 19. La aterrorizada mujer está encarnada por Àngels Gonyalons, muy conocida por los aficionados a los musicales, ya que protagonizó, entre otros, Chicago.Ambos protagonistas juegan una tensa partida de palabras encadenadas en la que los papeles de bueno y malo no están nada claros a lo largo de la hora y tres cuartos que dura la obra, un "thriller psicológico", según describió ayer su autor durante la presentación de la obra. Mientras el juego se desarrolla y los papeles de víctima y verdugo se intercambian, los espectadores han optado en ocasiones -se estrenó en Barcelona en 1997 con otros actores- por relajar el miedo con carcajadas o levantarse y respirar, como recordaron ayer el autor y la directora de escena, Tamzin Townsend, que ha trabajado sobre todo en Barcelona desde 1992.

Townsend se ha encargado de la escenografía y montaje de Palabras encadenadas, que incluye una silla de tortura en la que Laura, la víctima en principio, se pasa aprisionada parte de la obra. Los enfrentamientos entre ella y el verdugo, Ramón, son tanto verbales como físicos, fruto de la obsesión del autor por los psicópatas y asesinos en serie. "En el cine es muy fácil recrear estos personajes y la violencia, gracias a los efectos especiales", explicó, "pero en teatro sólo cuentas con los actores y su voz, no puedes usar trucos".

"Busqué mantener al público en vilo y al mismo tiempo hablar de lo que hablan todos los autores: las relaciones sentimentales", continuó Galcerán. "Está llevado al límite, pero refleja las relaciones como un juego perverso en el que cada parte de la pareja intenta ganar y desarrolla una serie de tácticas para conseguir más espacio y arrebatarle al otro el protagonismo de la relación", añadió el autor. Por su parte, la directora confesó que, cuando leyó la obra por primera vez, dio la coincidencia de que ella llevaba un tiempo también obsesionada con los psicópatas. "Me dije: 'La tengo que dirigir yo". Y así nació la colaboración.

Respecto a cómo lleva el cambio de papel, de presentador a "psicópata con sentimientos", Carlos Sobera describió que la "directora del concurso salió acongojada del primer pase, sorprendida de que fuera el mismo que trabaja con ella grabando cada mañana tres programas". "Esto es lo que habitualmente soy en mi vida, y he decidido llevarlo a un escenario", bromeó. "A los concursantes también les asustó un poco", admitió el actor, experto en llenar de suspense cada una de las preguntas del concurso, "pero no les hago lo mismo que a Àngels en el escenario". La actriz, por su parte, celebró "no tener que hacer cada mañana un arpegio para comprobar que están ahí todas las notas", y calificó a su personaje como una "mujer inteligente, pero invadida por el miedo".