Saliva, astronautas y yoga
La psicología es un valor fundamental en el entrenamiento cotidiano de las gimnastas del equipo español
"Nos han enseñado a respirar y producir saliva para que los nervios se calmen", explica Esther Moya, la gimnasta española más destacada. Son dos pequeños detalles de una preparación psicológica muy profunda, que dirige Armando Cernuda. Todo empezó con los astronautas soviéticos, y siguió con el aprendizaje de las técnicas de relajación que nacieron en el lejano Oriente. Las conclusiones se aplicaron al deporte, con excelentes resultados."Cuando una persona está nerviosa, tiene la boca seca y dificultades para tragar. Si una gimnasta domina la técnica de salivación en el momento de competir se tranquiliza. Así aumentan su concentración y su rendimiento", explica Cernuda, especializado en neurociencia en EEUU, profesor universitario e investigador; trabaja con deportistas y artistas. En Sydney ejerce, además, como jefe de expedición de los gimnastas españoles.
Pero su sitio más habitual desde hace años es el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Allí, cuando terminaba el entrenamiento matutino de las gimnastas olímpicas, Cernuda aparecía en el gimnasio y ellas se tumbaban, como si estuvieran dormidas: "Hacíamos hipnosis de grupo, con técnicas psicofisiológicas de control del cerebro. Según su temperamento y estado de ánimo, cada una tiene un plan de trabajo individual. Además hay un plan de grupo con el fin de reforzar la cohesión de equipo y para que se motiven unas a otras. Hablamos de chicas muy jóvenes sometidas a presiones extremas de alta competición. No podrían soportarlas sin una preparación mental cuidadosa, que lleva años".
Cernuda empezó con el kárate, pero descubrió que la gimnasia es muy peculiar, y le apasionó: "Lo normal en casi todos los deportes es una ansiedad previa a la competición, que desaparece cuando ésta empieza. Pero la gimnasia es al revés. Los principiantes están bastante calmados pero, a medida que sube el nivel competitivo se buscan elementos de mayor riesgo para que los ejercicios puntúen más. Entonces aumentan el riesgo, la inseguridad y la ansiedad".
El trabajo psicológico con los gimnastas españoles comenzó en 1988, mirando hacia Barcelona 92. Pero la psicología aplicada al deporte tiene un origen mucho más antiguo, y curioso: "Cuando empezó la carrera espacial en la URSS, sus dirigentes seleccionaron a personas de gran potencia física, que era imprescindible completar con una adecuada preparación mental". De modo que la ya extinta Academia de Ciencias de Moscú envió a sus psicólogos, biólogos y antropólogos a Asia: "Allí estudiaron yoga, zen, artes marciales, budismo y taoísmo. Con las conclusiones elaboraron técnicas de lo que luego se llamó entrenamiento autógeno y empezaron a experimentarlo con deportistas".
Ese proceso tuvo conexiones directas con la fuga de cerebros que provocó la Segunda Guerra Mundial: "En realidad, el primer laboratorio de psicología aplicada al deporte se creó en Berlín hacia 1927. Pero una buena parte de los mejores científicos alemanes emigraron a la URSS y EEUU, donde propagaron sus conocimientos".
De todo eso se benefician desde hace decenios los gimnastas del Este de Europa, principalmente: "Cuando unos colegas y yo montamos el primer laboratorio en España, la URSS y sus satélites nos aventajaban en años luz", recuerda Cernuda. Ahora está convencido de que sus gimnastas pertenecen a un grupo especial de personas: "Los cazatalentos de EEUU buscan allí entre deportistas de élite porque saben que la preparación psicológica de alto nivel tiene una aplicación inmediata en el mundo empresarial. Cualquiera de mis gimnastas tiene un gran futuro en ese ámbito. Son chicas aparentemente normales, pero con una disciplina y un entrenamiento mental muy difícil de encontrar en personas verdaderamente normales".
Los métodos de Cernuda también pueden aplicarse para controlar el dolor motivado por el cansancio o por una lesión: "Sí, pero con mucho cuidado porque el dolor es una señal que envía el cuerpo para sobrevivir. Con estas técnicas, un boxeador podía evitar el dolor durante un combate, pero éticamente sería una barbaridad porque su vida estaría en peligro. En esta faceta, yo siempre consulto con el médico de la selección".
Una situación muy particular es la que se va a producir el próximo domingo, con tres españolas en la lucha por las medallas individuales: "En este caso, lo más importante es saber colocar las emociones en su sitio, para que la motivación sea la justa", explica Cernuda. La principal baza española, Esther Moya, corrobora: "Creo que la preparación psicológica es uno de los factores fundamentales de nuestro éxito. Competimos mucho más tranquilas".
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