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Rescatado el cadáver del espeleólogo ahogado en Burgos

Lo lograron subir unos metros, pasar el escollo de la doble curva a 61 metros de profundidad y atarle una cuerda. Izarlo a tirones. A los 30 metros, un enganchón. Bajaron a desliarlo. Quedaba otro estrechamiento a sólo 10 metros de la luz, pero también se superó, y el cadáver de Alfonso Antxia salió, a última hora de la tarde de ayer, de la cueva subacuática donde reposaba desde que hace 10 días muriera al intentar superar su plusmarca de profundidad -80 metros- en La Fuente Azul, en el valle del río Arlanza (Burgos), entre Covarrubias y Hortigüela. Al final no hizo falta la ayuda ofrecida por un equipo de espeleobuzos franceses especialistas en rescate, cuyo jefe era amigo del muerto. Su presencia se retrasó lo máximo posible, para inquietud del entorno de Antxia.Han sido necesarios 10 días, y que a los submarinistas de la Guardia Civil se sumaran compañeros espeleobuceadores de la víctima y bomberos; un equipo, en total, de 20 especialistas, "los mejores expertos de España", según Andrés Ros, de la Federación de Actividades Subacuáticas. Fue fundamental una inmersión, el domingo, de su compañero catalán Miquel Romans, que trabajó al límite y logró subir hasta los 60 metros el cuerpo, por encima de la doble curva que mantenía encajonado a Antxia desde hace dos sábados.

Antxia, bilbaíno, que tenía 39 años, era el espeleobuzo español que mayor profundidad alcanzaba.

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