Los pesos del prejuicio

Dicen quienes la conocen que, a sus 23 años, tiene un carácter fuerte y las ideas "muy claras". Sus más allegados también destacan la nobleza de esta deportista y su tesón, resultado de horas de entrenamiento y frustración, de dolores de espalda y de rodillas. Josefa Pérez, o Pepi, como le gusta que la llamen, estará en Sydney representando a España en la disciplina de halterofilia. Será la primera vez que participen mujeres dentro de este deporte en unos Juegos Olímpicos.Ella, acostumbrada a comentarios impertinentes, reflexiona sobre el acontecimiento. "Me asombra que sea en el año 2000 cuando admitan a las mujeres. Pero, incluso siendo ya olímpica la halterofilia, todavía no se ha incluido en los Juegos Mediterráneos y será difícil que la incluyan. La mayor parte de los países participantes, del entorno árabe, son reacios. Todavía existe machismo", razona. A su asombro por una decisión "tardía" se añaden constantes preguntas sobre su trayectoria. Preguntas para las que tiene respuestas rápidas y agudas, como la que le dio a un alcalde de Almería cuando éste le preguntó: "¿Cómo le dio a usted por hacer este deporte?" "Pues porque no es exclusivo de los hombres", le espetó ella.

"Lo típico es que te digan que por qué te has metido, que se te va a deformar el cuerpo, etcétera. Y es que hay mucha gente que confunde la halterofilia con el culturismo. Yo soy consciente de mi cuerpo y de mi feminidad", explica.

Sus inicios dentro del deporte se lo debe a Rafael Martín, entrenador de la Federación Andaluza de Halterofilia y preparador suyo durante seis años. Martín rememora los "malos ratos" que a punto estuvieron de propiciar el abandono de la joven en la adolescencia. "Si tú supieras lo que me costó a mí en la transición de los 14 y 15 años que volviera al gimnasio... Cuando llegan a esa edad, a todos los deportistas se les va un poco la cabeza", apunta Martín.

Sin embargo, Pepi Pérez vive en Madrid desde los 17 años, momento en que decidió profesionalizarse con una beca ADO en la residencia Blume para deportistas de élite. "Yo estuve yendo durante más de un año todos los fines de semana a Madrid cuando tuvo amagos de dejarlo todo. Pero eso es general, todos los grandes deportistas tienen ese lapso porque no saben si les va a compensar el tiempo que están perdiendo en el deporte. Y ahí está el papel de los entrenadores", explica Rafael Martín.

A los titubeos adolescentes narrados por el entrenador almeriense, Pepi añade otras explicaciones de peso relacionadas con su proyección en el futuro. "La halterofilia es un deporte amateur, no profesional. Yo no vivo de esto, aunque me mantengo. Y también se ve más cuesta arriba cuando físicamente no estás bien y cuando ves que esto no tiene muchas salidas. Porque después de esto, ¿qué hago?"

El objetivo principal para la almeriense será quedar entre las ocho primeras en su cita olímpica. "Yo soy muy realista, aunque nunca se sabe. De por sí, clasificarme ya fue muy difícil. Y eso, también fue un objetivo en su día", sostiene.

Entre las grandes bazas de la selección española sobresale la figura del entrenador, el cubano Gabriel González. La calidad humana y la profesionalidad de González han sido determinantes para que deportistas como Pepi continúen en la brecha y crean en sí mismos. "Gabriel ha sido también levantador y lleva aquí seis años con muchos Campeonatos de Europa. Pero el entrenador tiene que ser persona además de técnico porque nosotros no sólo somos máquinas", afirma.

NOMBRE: Josefa Pérez.

NACIDO EN: Almería.

EDAD: 23 años.

ESTATURA: 1,63.

PESO: 63 kilos.

ESPECIALIDAD: Arrancada a dos tiempos.

EXPERIENCIA OLÍMPICA: Debuta en estos Juegos .

OBJETIVO: Conseguir un diploma olímpico.

PALMARÉS: Récord de España en en 63 y 69 kilos. Ocho veces Campeona de España. Medalla de Plata en 1998 en la Copa del Mundo. Subcampeona de Europa en 2000.