Hakkinen logra lo imposible

El anunciado duelo entre el finlandés Mika Hakkinen y el alemán Michael Schumacher vivió ayer uno de los momentos más brillantes. El Gran Premio de Bélgica de fórmula 1 resultó una carrera confusa por los obligados cambios de neumáticos (de mojado a seco) tras las primeras vueltas, y por los repostajes. Sin embargo, tuvo algunos momentos sublimes. El mejor de ellos se produjo a tres vueltas del final, cuando Hakkinen demostró cuál es su capacidad de pilotaje y realizó un adelantamiento impresionante a Michael Schumacher que le dio la victoria final. El alemán (Ferrari) quedó relegado al segundo puesto y cedió otros cuatro puntos al finlandés en la clasificación del Mundial. Hakkinen es líder con 74 puntos, mientras que Schumacher tiene 68, a falta de cuatro carreras. Ralf Schumacher (Wi-lliams) subió también al podio.Hakkinen controló la carrera desde el principio, cuando el coche de seguridad obligó a realizar una primera vuelta sin adelantamientos y se retiró para que la carrera comenzara con salida lanzada. Una intensa lluvia matinal, que cesó poco antes del inicio del Gran Premio, obligó a los pilotos a colocar neumáticos de agua. Pero a las pocas vueltas todos certificaron que el tiempo no iba a cambiar y fueron pasando por sus talleres para cambiar las gomas.

En esta operación, Hakkinen perdió ya algunos de los segundos que había ganado a Schumacher. Sin embargo, fue por un error propio, una salida de pista por culpa de la humedad de la pista en la entrada de una curva en la 13ª vuelta, cuando perdió realmente el liderazgo. Entonces, Schumacher, que ocupaba la segunda posición desde la retirada de Jarno Trulli (roce con Button) en la cuarta vuelta, pasó a dominar la carrera y a distanciarse del finlandés.

Nunca tuvo una ventaja decisiva, pero los siete segundos que le arrancó parecían suficientes. Hasta que a tres vueltas del final, tras varios intentos, Hakkinen realizó una maniobra que parecía imposible. El alemán y Mika iban pegados cuando se disponían a adelantar al brasileño Riccardo Zonta (BAR). Schumacher optó por el exterior y perdió el rebufo del coche de Zonta. Hakkinen atacó por el interior y ambos realizaron el adelantamiento de forma paralela. Pero en la salida, el finlandés iba primero.

"El ataque de Mika por el interior me sorprendió. No lo esperaba", reconoció Schumacher. "De todas formas, él iba más rápido. Si no me hubiera adelantado allí, lo habría hecho en cualquier otro punto". Hakkinen lo vio de esta manera: "Al separarse de Zonta, Schumacher perdió la aspiración que, en cambio, yo conservé. Me decidí a atacar en el último momento y fui el más rápido".

La incuestionable calidad de Hakkinen acabó por darle ayer el triunfo en Spa-Francorchamps. Sin embargo, cuesta explicarse por qué Schumacher cedió su ventaja. Y la explicación es sólo una: Ferrari tiene problemas para igualar la mayor potencia de McLaren. Hakkinen estaba desquiciado hace dos meses y medio cuando se encontraba a 24 puntos del alemán tras el GP de Canadá. Pero en las últimas cinco carreras Schumacher ha sumado 12 puntos (dos segundos y tres abandonos), y Hakkinen 42 (tres triunfos y dos segundos). El Mundial vuelve a ser una cuestión entre ellos dos.