Alonso acaba a lo campeón
El piloto asturiano ganó en Bélgica la última carrera del campeonato de F-3000 a los 19 años
Pensando en la F-1
El circo de la F-1 lo vio de cerca y disfrutó también del irrepetible momento que vivió el piloto español Fernando Alonso, de 19 años, en el circuito de Spa Francorchamps. No se corrió ninguna carrera de la categoría reina, ayer se realizaron sólo los últimos entrenamientos oficiales, pero el asturiano ganó la última prueba del campeonato de F-3000, que se disputó en Bélgica. Sus pasos son seguidos desde el año pasado por algunos directores de escuderías de F-1 y por muchos pilotos que han descubierto ya su potencial. Pedro De la Rosa y Marc Gené, que acudieron a felicitarle a su garage, son dos de ellos.Para Alonso (Astromega) ayer fue un día grande. Al fin, pudo confirmar todo lo que había estado apuntando carrera tras carrera en este difícil y duro campeonato de la F-3000. Logró su primer triunfo en un circuito que era desconocido para él, y que suele causar terror a los pilotos por las dificultades que plantea. Y se convirtió en el tercer español que gana en la F-3000 después de Luis Pérez Sala (dos carreras) y Jordi Gené (una). Los seis triunfos de De la Rosa con un F-3000 se produjeron en el campeonato japonés en 1997.
La carrera de Alonso fue impecable. Salió desde la primera posición de la parrilla y se hizo con el liderazgo desde el primer momento. Salvó el duro ataque de su compañero de equipo, el belga Marc Goosens, que intentó adelantarle en la peligrosa curva eau rouge, y ni siquiera le inmutó el hecho de que el coche de seguridad entrara en la pista en la segunda vuelta y obligara a un reagrupamiento para retirar el coche de Mario Haberfeld (Fortec), accidentado en el primer giro. Aquello le perjudicó, porque en una vuelta había atesorado ya dos segundos de ventaja sobre sus perseguidores.
Pero cuando la prueba se reanudó, Alonso volvió a coger el mando y llegó a obtener una ventaja de 22 segundos -al final fueron 14 segundos- sobre Goosens, que acabó en segunda posición. Alonso finalizó el campeonato en cuarta posición, con 17 puntos. El título fue para el brasileño Bruno Junqueira, con 48 puntos, seguido del francés Nicolás Minassian, con 45, y del austriaco Mark Webber, con 21. Junqueira concluyó en Bélgica en novena posición, tras haber ocupado el tercer puesto en las primeras vueltas. Minassian, tercero, debía ganar la carrera para aspirar al título.
Alonso, que recibió un ordenador, un patinete y una diana de dardos como regalos por su 19º cumpleaños el pasado 29 de julio, está cada vez más centrado en su carrera profesional, y su cabeza se dirige ya hacia la F-1, su próximo objetivo. "Creo que ya estoy preparado para dar el salto a la categoría reina", comentó ayer tras su victoria en Spa. "Creo que resulta mucho más difícil dar el salto del kart a la F-Nissan, porque pasas de tener dos pedales a tres, tienes mucha más potencia, el cambio, debes aplicar un nuevo estilo de pilotaje. en cambio, de la Nissan a la F-3000 sólo cambia el motor. El próximo salto, el de la F-1, es más importante. El coche cambia mucho, la frenada es brutal, el paso por curva, la aceleración, no tiene nada que ver. Pero mi adaptación al coche de F-1 fue increíble. Desde que que me subí al coche tuve buenas sensaciones".Hijo de José Luis, un trabajador de la Unión Española de Explosivos, procede de una familia con recursos económicos limitados, pero con una gran afición al automovilismo. A los tres años disputó ya su primera carrera de karts. "Su hermana Lorena se negó a subir al kart que yo mismo le había construido cuando sufrió su primer accidente en su primera curva", explica su padre. "Pero Fernando cogió el relevo". A los 13 años era ya piloto oficial de IAME, una escudería italiana que aporta a los karts lo mismo que Ferrari a la F-1. Y en 1996 se convirtió en campeón del mundo, a los 15 años. Ganó cinco veces el campeonato de España, y fue subcampeón de Europa en dos ocasiones. Y en 1999 entró por la puerta grande en la F-Nissan. Acabó campeón, y como premio pudo probar un Minardi. Fue entonces, en Fiorano, cuando encandiló a Giancarlo Minardi, que le ofreció un contrato de tres años, con el compromiso de que en 2002 pilotaría en la F-1.
"Siempre ha ido por delante de su edad", comenta su padre. "Cuando tenía tres años se comportaba como si tuviera cinco o seis. Y ahora es como si tuviera 23. Está muy formado, aunque sigue teniendo algunas cosas infantiles. Habla poco, y es tranquilo". Su victoria de ayer puede catapultarle a la F-1 ya la próxima temporada.
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