"La fusión es una mala forma de hacer flamenco"

Ezequiel Benítez Domínguez (Jerez de la Frontera, 1979) ha conseguido abrirse un hueco en el mundo del flamenco. Después de ganar el Yunque Flamenco en Santa Coloma de Gramanet ha sido seleccionado como finalista del concurso para jóvenes valores de la undécima Bienal de Sevilla, en la que debutará el 2 de octubre. Los más exigentes aficionados al cante dicen haber encontrado en este jerezano una esperanza a la que aferrarse en la preservación de la pureza y jondura de los clásicos.Pregunta. ¿Qué representa Jerez en su vida?

Respuesta. Jerez me ha dado todo lo que sé. Allí me he criado, en el seno de una familia muy aficionada al flamenco que me ha permitido ser quién soy y estar en el lugar en el que estoy. Jerez lo es todo para mí, dentro y fuera del flamenco.

Pregunta. ¿Qué le decían los compañeros del colegio sobre su afición al flamenco?

Respuesta. De mi etapa en el colegio guardo muy buenos recuerdos. Ya empezaba a hacer entonces mis primeros fandanguitos y todos los críos se venían conmigo para escucharme y pedirme que les cantase por bulerías. Fue una época muy bonita

P. ¿Qué palos y letras prefiere?

R. Me gustan las letras que narran acontecimientos reales. Historias de amores, venganzas... porque son con las que me siento más identificado. En cuanto a los palos, me van los cantes por soleá y sus derivados, la bulería y la bulería por soleá. Sin embargo, creo que cada cante tiene su momento. Hay que tener muy en cuenta siempre el lugar, la hora y el público. También me gusta mucho el cante por seguiriya. A lo mejor cuando cumpla 80 años llego a hacerlo bien.

P. ¿Qué opina del flamenco que se hace hoy día?

R. Profesionalmente está muy bien. En cambio, para los aficionados más ortodoxos, no hay cantaores con la personalidad que tenían los antiguos. Yo entiendo que la necesidad lleve a los artistas a hacer lo facilón, que es lo que gusta a la masa y proporciona más dinero, pero si puedo elegir me quedo con lo puro, que no es tan comercial, pero es lo que yo siento y me gusta.

P. ¿Qué entiende por flamenco-fusión?

R. La fusión es una mala forma de hacer flamenco, porque confunde a la gente. El público piensa que Ketama, Navajita Plateá, etcétera, están haciendo flamenco, cuando lo que deberían hacer es buscarle otro nombre a esa nueva música y dejar de crear confusión, sobre todo a los jóvenes.

P. ¿Se siente influido por su generación?

R. No. Me han inculcado el estudio del flamenco de todas las épocas. No me puedo quedar sólo con las cosas que hacen o han hecho los artístas de mi generación, porque eso es un grano de arena en el desierto. Prefiero a La Niña de los Peines, Manuel Torre, Tomás Pavón... porque son los que me llegan más jondo. Los actuales también los escucho de vez en cuando, pero no me siento influido por ninguno. Quizás el único sea El Agujetas, porque conserva un estilo que me llega al corazón.

P. Cuando sale a divertirse con sus amigos, ¿adónde le gusta ir?

R. No salgo mucho, soy muy casero. Mis amigos me ven como un personaje raro. Prefiero quedarme en casa estudiando, escuchando cantaores antiguos e incluso otras músicas, pero las discotecas no me gustan. ¿Cómo me va a gustar una música que va más rápida que mi corazón?