"Con 20 años, uno no puede estar sin jugar, a la espera de una oportunidad"
De vuelta a casa, Gerard López (Granollers, 1977) se perfila como el punto de partida del nuevo Barça tras la salida de Núñez y Van Gaal. Futbolista por tradición familiar, pues su padre y sus dos hermanos pertenecieron en su día al Barça, el centrocampista vallesano ha soñado tanto en triunfar en el Camp Nou que ha renunciado a ofertas millonarias, como la del Milan. Llegado al estadio, está dispuesto a jugar de lo que sea. Emparedado entre Guardiola y Rivaldo, Gerard sólo quiere entrar en conflicto con los contrarios.Pregunta. Se fue del Miniestadi con 17 años y regresa al Camp Nou con 21 e internacional. ¿Cómo describe el camino recorrido?
Respuesta. Cada año ha sido importante en mi crecimiento como futbolista. El primero, en Valencia, apenas jugué y conocí la otra cara del fútbol, la parte negativa para el jugador. En Vitoria, la temporada siguiente, con el Alavés recién ascendido, fue decisiva en mi madurez. Supe lo que es vivir en un vestuario en el que se empieza compitiendo por no bajar, todo lo contrario a lo que ocurre en el Valencia o en el Barça. Y el curso pasado, de nuevo en Mestalla, fue cuando aparecí en el escaparate del fútbol de primera línea. Fui conocido a escala europea y, por el momento, ha sido el año más importante.
P. Le falta doctorarse en el Barça, tarea difícil para un catalán.
R. Quiero triunfar en can Barça [se refiere al club como can Barça] porque es mi equipo y espero que lo sea toda mi vida. Pero no vuelo, sino que sigo teniendo los pies en el suelo.
P. Su caso reabre el debate en los grandes clubes sobre cómo utilizar la cantera. ¿La cesión es mejor solución que ser complemento en el primer equipo?
R. Un jugador joven debe jugar. Si en un sitio, no se cuenta con uno, hay que irse. Me marché del Miniestadi y después del Valencia porque sólo jugué 10 o 12 partidos. Cuando aposté por la cesión al Alavés, algunos me decían que era un error, pero la realidad me dio la razón. Disputé 30 partidos en otro tipo de cultura futbolística, en un campo difícil y con un clima complicado. Cogí experiencia, minutos, confianza. Con 20 años no se puede estar en un club grande sin jugar, esperando tu oportunidad.
P. ¿Su hermano Sergi influyó en su salida del Barcelona?
R. Sergi fue una persona que vivió la parte buena y la mala del fútbol. Él, mejor que nadie, me puede aconsejar. He crecido en un ambiente familiar muy futbolero. Mi padre había jugado; mis hermanos Sergi y Juli, también. Yo crecí en el Barça y mi familia es barcelonista. La profesionalidad, a veces, te obliga a tomar decisiones delicadas para poder seguir practicando tu pasión.
P. ¿Valdano fue decisivo en su marcha al Valencia?
R. La decisión de irme al Valencia estaba basada en que Valdano era el entrenador. Fue el técnico quien me convenció y me animó a aprender con él. Quería que los jóvenes disfrutáramos en el campo. Por desgracia, fue destituido o se fue al tercer partido.
P. ¿Fue duro el paso del Miniestadi a Mestalla?
R. Era un periodo en el que había un vacío de poder en can Barça. Habían destituido a Cruyff, llegó Robson, luego vino Van Gaal. Con el holandés, decidí marcharme. Tenía 17 años y con Robson no tuve oportunidad de entrenarme con el primer equipo. Con la perspectiva del tiempo se ve que si hubiera seguido aquí, tal vez ahora estaría en el filial.
P. ¿Con Cruyff hubiera sido distinto?
R. Por su mentalidad, por su manera de leer el fútbol, quizá me hubiera entrenado con él.
P. ¿No teme entrar en conflicto con Guardiola o Rivaldo por su posición en la cancha?
R. No creo que haya problemas. Se ha demostrado que Guardiola y yo somos compatibles. Siempre me han comparado con Pep, pero soy diferente. En algunos aspectos podemos ser parecidos, pues a ambos nos gusta leer el partido, aunque Guardiola podrá actuar más atrás y yo tener más libertad para subir, y Pep sabe que si presiona, yo me quedaré a su espalda para tapar. En cuanto a Rivaldo, es un jugador que dependemos de él. Con su genialidad, puede decidir un partido, y hay que aceptarlo. Aunque pueda jugar 15 pelotas y perder el partido. Soy de los que piensan que si un jugador puede decidir, que haga lo que quiera. Rivaldo también trabaja, da juego, es inteligente, busca los espacios libres y técnicamente es impresionante. Es mejor tenerlo como compañero que como rival. Rivaldo es el jugador desequilibrante del Barça. Yo soy centrocampista: hay partidos en que me siento mejor en medio campo y otros de delantero, depende. En el Barça podré ir hacia arriba porque el juego de bandas es fluido.
P. ¿Le afecta ser el segundo futbolista español mejor pagado, después de Raúl?
R. No pienso en eso. Soy el mismo que hace dos meses.
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