Mendieta llega a los 300 millones

El Valencia lo tiene muy claro en cuestiones salariales. Mendieta es la referencia. Por encima de él no hay nadie. Ni siquiera el campeonísimo Deschamps, recientemente aterrizado en Mestalla. Ni tampoco el rutilante Zahovic, que viene de hacer una magnífica Eurocopa con la selección eslovena. Mendieta es el capitán y el alma mater del equipo. A partir de ahí el Valencia empieza a hacer sus cuentas. Si Deschamps y Zahovic van a romper el techo salarial de los 210 millones de pesetas limpios por temporada que cobraba hasta ahora Mendieta, eso quiere decir que al centrocampista vasco se le aumentará su salario hasta llegar a los cerca de 300 millones por ejercicio. Y le restan seis campañas más en el Valencia. El conjunto que dirige Héctor Cúper, por otro lado, se enfrenta esta noche al Tirol Innsbruck austriaco en el choque de ida de la fase preliminar de la Liga de Campeones (20.30, Vía Digital).Las llegadas de Deschamps y Zahovic, así como las tendencias inflacionistas del Madrid y el Barça, han hecho reaccionar a la directiva del Valencia, que no quiere perder de ninguna manera a su jugador más emblemático, el centrocampista vasco Gaizka Mendieta, de 26 años. Si Raúl y Rivaldo van a cobrar 1.000 millones limpios por temporada, si Farinós se acerca a los 400 en el Inter, si Figo ya va por 800, Mendieta no podía quedarse en la barrera de los 200. Esta ha sido la reflexión del club que preside Pedro Cortés, preocupado, además, por si alguien se atreviera algún día a desembolsar la cláusula de rescisión del jugador (10.000 millones).

De este modo, cuando Didier Deschamps, que en septiembre cumplirá 32 años, exigió 600 millones limpios por dos temporada para dejar el Chelsea y fichar por el Valencia, el presidente Cortés le propuso una alternativa que finalmente aceptó el jugador francés: cobrar ese dinero (los 600 millones) en tres temporadas, por lo que acabará su contrato con 35 años. La edad, precisamente, no le preocupa al presidente valencianista, asombrado de primera mano del gran rendimiento de sus tres defensas más longevos, Angloma y Carboni, de 35 años, y Djukic, de 34.

Así, pues, los futbolistas del Valencia ya saben quién establece el tope salarial: Mendieta. Nadie lo discute. Y el que lo hace, acaba fuera del club, como Farinós, quien, después de jugar una magnífica campaña, quiso burlar esta máxima y no pudo. El día antes de disputarse la final de la Liga de Campeones, el pasado 24 de mayo en París, Farinós le dio un plazo de 48 horas al Valencia para que igualara la oferta del Milan, que le ofrecía 400 millones por temporada. El mismo día de la final, Farinós se lo pasó colgado al teléfono móvil esperando la respuesta del Valencia, lo que le valió la reprimenda de la mayoría de sus compañeros, indignados con la actitud del joven centrocampista valenciano. El club de Mestalla se negó a igualar la oferta del Milan y Farinós acabaría en el Inter después de que el Milan no quisiera abonar su cláusula de rescisión: 3.000 millones de pesetas.

Mendieta, por tanto, pasa a formar parte del club de los futbolistas españoles mejor pagados, muy lejos de los 1.000 millones de Raúl, por debajo de los 400 de Gerard en el Barcelona o De la Peña en el Lazio, pero a la altura de los 300 de Guardiola en el club azulgrana. Pocos más se acercan ya a estas cifras.

Respecto al partido de esta noche, el Valencia empieza una nueva etapa en la que renuncia expresamente al pelotazo, según aseguró ayer su entrenador, Héctor Cúper. "Sin el Piojo López, el pelotazo no sirve para nada", dijo Cúper. A partir de hoy el Valencia tratará de elaborar más las jugadas, entrar más por las bandas y aprovechar la envergadura de sus nuevos delanteros: el noruego John Carew (1,94 metros de altura) y el uruguayo Diego Alonso (1,88 metros). A la expectativa está el rumano Adrian Ilie, mucho más bajito, pero con bastante más talento para el juego de fútbol. Cúper, por cierto, también advirtió ayer que el Real Madrid es el equipo que a su juicio mejor se ha reforzado para el próximo campeonato. "No digo que el Madrid dé miedo, pero sí que preocupa", comentó el entrenador argentino del Valencia.