"El silencio es esencial"

No necesita llenar estadios para sentirse realizado como músico. Le basta hallar cómplices allí donde actúa y que sus canciones acaben siempre traspasando las entretelas del público. Autor de álbunes de culto como Pensión Triana o Contrabando, el portuense prepara los temas del próximo.Pregunta. Usted era médico y se hizo cantante, ¿eso es dejar de salvar vidas para empezar a salvar almas?

Respuesta. No creo que el motivo fuera algo tan elevado. El convencimiento llegó cuando me imaginé con una bata blanca y una guitarra y pensé que eso no era serio, que quizá no daría la talla en ninguno de los dos papeles.

P. ¿Qué le dice a una pareja que ponga una canción suya de fondo para hacer el amor?

R. Que quiten la canción y se dediquen a hacer el amor. Pero bueno, si les ayuda, para eso están las canciones de amor, para arrimarse.

P. ¿Es más difícil cantar al puente Zuazo que al puente de Brooklyn?

R. Seguramente será una canción menos sonora, pero si consigues que alguien viva un sueño bajo o sobre ese puente y, además, lo sienta como algo cercano y propio, puede ser incluso más estimulante.

P. Piense en una canción que nunca escribirá.

R. Soy el novio de la muerte.

P. ¿Y cuál le hubiera gustado firmar?

R. Muchas, y por motivos muy diferentes. Unas porque igual responden a mis ideas más íntimas sobre lo amoroso, lo social, y otras... Lo seguro es que firmaría canciones de otros antes que las mías, a las que suelo mirar con lupa y cierto descreimiento. Por citar una, diría La vida no vale nada, de Pablo Milanés.

P. Dice Haro Tecglen: "Los poetas, que son música, han preferido siempre las artes gráficas a las sonoras", ¿cuestión de mal oído?

R. Los que hoy hacen canciones consiguen a veces llevar la poesía a las masas.

P. ¿Qué es el silencio?

R. Lo esencial para componer.