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GOLF - ABIERTO BRITÁNICO

Tiger quiere completar el círculo mágico

Woods, favorito para ganar en Saint Andrews el único torneo que le falta del Grand Slam

El sueño de Ballesteros

La joven leyenda Tiger Woods es el favorito para ganar el Open Británico de golf, que comienza hoy en el antiguo y legendario campo de Saint Andrews, en Escocia. Y si gana, Woods se convertiría en sólo el quinto jugador en la historia que haya conseguido triunfar en los cuatro torneos del Grand Slam: el Masters de Augusta, el Open de los Estados Unidos, el PGA Americano y el Open Británico.Jack Nicklaus, uno de los cuatro jugadores que han ganado los cuatro, y, muchos dicen, el mejor de todos, decía esta semana que Saint Andrews había cambiado poco "desde que Julio César pasó por aquí". Exageraba un poco Nicklaus, pero sus palabras reflejan el cariño y admiración que todos los amantes del golf sienten por el venerable Royal and Ancient Club, el Real y Antiguo Club. Más que catedral (como se suele decir), es el Vaticano del golf. El lugar de donde emanan las leyes y los rituales del deporte, donde hace 400 años el rey Jacobo VI de Escocia ya jugaba algo que se aproxima al deporte contemporáneo.

"Pocas veces en el deporte tienes la oportunidad de retroceder en el tiempo y jugar en un campo que es casi idéntico a como fue en la epoca cuando el deporte se inventó", dijo Tiger Woods esta semana al llegar a Saint Andrews. "Es maravilloso venir aquí y vivir la historia de esta manera. Siento una enorme admiración por este campo, por su tradición. Y cada vez que vengo aprendo algo nuevo".

Ganar un Open Británico en Saint Andrews es como ganar en Wimbledon al tenis. O más, porque Wimbledon no tiene tantos siglos de historia. Para un profesional la vida no ofrece satisfacción más grande. Pregúntenle a Severiano Ballesteros, que recordaba su victoria aquí en el Open de 1984 en una entrevista publicada este mes en el Independent de Londres.

"Lloré porque estaba tan feliz, pero también porque estaba tan agradecido", dijo el viejo león del golf europeo, que logró vencer al Tiger Woods de la época, Tom Watson. "Fue un sueño hecho realidad. Ganar en Saint Andrews, y ganar a Tom cuando estaba en su mejor momento, fue algo muy especial. No se puede pedir más. Si tuviese que elegir uno de los mejores momentos de mi vida, fue aquel. Nunca en mi vida me he sentido como en ese domingo por la tarde".Difícilmente se repetirá aquella historia este domingo, al completarse la cuarta y última vuelta del Open. La magia que convirtió a Ballesteros en uno de los grandes jugadores de la historia, el más querido en las Islas Británicas en los últimos años, parece haber desaparecido. Pero España tiene sus posibilidades. En concreto, tres posibilidades.

José María Olazábal, Miguel Angel Jiménez y Sergio García ganaron la Copa Dun-hill para España en Saint Andrews el año pasado. Ganaron contra los Estados Unidos, Inglaterra, Australia y Suráfrica. Ganaron a los mejores. De los tres, García es el que parece tener menos opciones en este Open. No está en buen momento, pero un día recuperará el nivel que el año pasado lo llevó a las nubes. ¿Y quién sabe si el mito de Saint Andrews, y el recuerdo de sus magníficos recorridos en la Dunhill, lo inspirarán? Olazabal y Jiménez, en cambio, están entre los diez jugadores que todo el mundo considera capaces de ganar a Woods, si Woods no juega como puede. Porque si Woods juega a su máximo nivel es, sencillamente, imbatible. Pero en el golf, como en todos los deportes grandes, nunca se sabe, y se sabe menos si sopla el viento del Mar del Norte. En tal caso, la experiencia de Olazábal y el temple de Jiménez pueden resultar decisivos.Lo seguro es que los tres españoles estarán encantados de jugar en Saint Andrews una vez más, lo disfrutarán, y apostar por uno de ellos en este Open no sería una aventura absurda.

Entre los otros posibles rivales de Woods están el suráfricano Ernie Els, quien quedó segundo junto a Jiménez en el Open de los Estados Unidos el mes pasado; el inglés Lee Westwood; el norirlandés Darren Clarke y el escocés (el mejor jugador que nunca ha ganado un grande) Colin Montgomerie. La sorpresa, por otro lado, podría ser Nick Faldo.

El inglés, tan dominante hace diez años, ha caído en un bajón muy similar al de Ballesteros. De repente ha cambiado de actitud, casi de personalidad. Está menos tenso, menos desesperado, más simpático (que, en el caso de Faldo, es mucho decir). Y se ha notado, porque en el último mes ha vuelto a demostrar indicios de la brillantez de antaño. Es poco probable, pero si ganase Faldo, Ballesteros podría volver a alimentar la esperanza de que no todo está perdido.

El que sí tiene un enorme futuro por delante, el que está capacitado para ganar todos los records habidos y por haber, es Woods. Nunca ha llegado un jugador a un Open Británico en condición tan clara de favorito. El golf es el deporte mas imprevisible que hay, pero tal es la grandeza de Woods que si no gana esta semana será una gran sorpresa.

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