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EUROCOPA 2000Los violentos, lacra del torneo

La hipoteca de los 'hooligans'

El Reino Unido ve alejarse la posibilidad de albergar los Mundiales del año 2006 tras los desmanes de la hinchada inglesa en la Eurocopa

Isabel Ferrer

El penoso comportamiento de buena parte de la hinchada británica durante la Eurocopa ha sumido en la desesperación a la federación, deseosa de demostrar que el Reino Unido es capaz de albergar los Mundiales del año 2006. Los desmanes de los hooligans en Bruselas no sólo han hecho peligrar las ganancias millonarias asociadas al futuro campeonato. También han desbaratado la labor de recuperación del prestigio perdido tras la tragedia del estadio Heysel, una tarea de reconstrucción de las esencias del fútbol británico que se ha visto empañada, además, por el bajo rendimiento de la selección inglesa en la Eurocopa.El propio director de la candidatura para organizar los Mundiales de 2006, Alec Mc Givan, ha culpado a los hooligans. "El comportamiento en unos días de los aficionados borrachos ha echado por tierra el trabajo de cuatro años y puede haber sido definitivo para perder una magnífica opción de organizar la Copa del Mundo", escribe Mc Givan en el diario The Times. "He podido comprobar cómo hemos pasado de ser una de las favoritas a estar prácticamente descartados. Cuando regresé hace tiempo con sir Bobby Charlton tras visitar otras candidaturas sabía que podíamos lograrlo. Ahora todo está en nuestra contra".

Hasta que empezaron las detenciones en Bruselas y Charleroi, la Federación británica de Fútbol creía haber amortizado casi los 1.200 millones de libras invertidos en la última década en modificar las actitudes del fútbol nacional. Se construyeron nuevas gradas para sentar a unos aficionados que seguían los partidos de pie y cercados por vallas de seguridad. La policía, siempre muy visible, fue sustituida por guardas jurados vestidos de forma "amable". Mezclados entre los espectadores, su actitud despreocupada resultaba menos hostil para los hinchas. Cuando la tranquilidad fue la norma, los campos de fútbol se llenaron de mujeres y niños. Hasta que llegó la prueba de fuego: la Eurocopa de 1996. Presentada como un éxito por la Federación, la tranquilidad del torneo se tradujo en 125 millones de libras (34.000 millones de pesetas) de ganancias para el Estado y abrió la puerta a la esperanza a la candidatura mundialista, un proyecto en el que la federación británica lleva ya invertidos 10 millones de libras (2.750 millones de pesetas) junto con la Liga inglesa y la Lotería Nacional. "Son una buena inversión incluso en la derrota", señalaban recientemente directivos de la Federación.

Ahora todo puede haber cambiado. El renovado estadio de Wembley, elegido para la deseada ceremonia de apertura y encuentro de la final, estará listo en el año 2003 y costará 475 millones de libras (134.000 millones de pesetas). Ningún aficionado británico toleraría perder uno de los símbolos urbanísticos y deportivos más emblemáticos del país. David Davies, director ejecutivo de la Federación, tampoco querría verlo convertido en un lastre como el Estadio de Francia, inaugurado en 1998 y poco aprovechado estos días. En Wembley habrá sitio para 90.000 espectadores, pero también un hotel, restaurantes y oficinas para garantizar su supervivencia.

También las televisiones británicas mantienen cruzados los dedos en espera de la decisión de la FIFA, que anunciará la sede del Mundial de 2006 el próximo 6 de julio. Aunque ISL, la compañía que subastará los derechos de transmisión, no ha empezado formalmente su labor, Londres espera que las cifras no se disparen. El pasado día 14, la Premier League obtuvo 450.000 millones de pesetas por tres temporadas. Teniendo en cuenta que la FIFA y la Comisión Europea han aconsejado que los partidos de cada selección nacional sean emitidos gratis en el Mundial, es probable que las cadenas británicas se asocien para la puja. Aunque todas declinan desvelar su presupuesto, la situación de la BBC es singular. Ha perdido los derechos de transmisión de los resúmenes de partidos de la Liga, y querría sacar aquí una buena tajada. El problema son sus limitados fondos. La FIFA delibera.

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