Lavaudant se aproxima por primera vez a la tragedia griega
Hasta hace dos años la tragedia griega no tenía cabida en la nutrida producción del prestigioso director escénico francés Georges Lavaudant. "Había trabajado a Shakespeare, Chéjov, Brecht, a autores del repertorio clásico mundial, pero nunca había entrado en el territorio de los griegos porque no sabía cómo tomarlos estilísticamente", recuerda Lavaudant, director del Odéon-Théâtre de l'Europe. Pero se le ofreció la oportunidad de llevar a escena un montaje a partir de dos obras de Sófocles y encontró la clave que llevaba buscando tanto tiempo. Ajax-Philoctète, el resultado de este primer intento, ha recorrido desde entonces numerosos escenarios y ahora ofrecerá sus tres últimas funciones, desde hoy y hasta el jueves, en el Convent de Sant Agustí.Para Georges Lavaudant, el secreto fue plantearse el montaje como "un ensayo". Con esa libertad en la mano le fue mucho más fácil integrar todos los ingredientes de la tragedia griega, que él mismo enumera: "Canto, poesía, danza, análisis político y análisis religioso".
El director decidió ir a la esencia y la primera consecuencia de ello fue eliminar el coro habitual en el teatro griego e integrar todos los personajes en dos únicos actores: Patrick Pineau y Philippe Morier-Genoud. Cada uno de ellos se mete en la piel de uno de los dos héroes del espectáculo (Ajax y Philoctète, respectivamente) e interpreta al resto de los personajes cuando no le corresponde ejercer de protagonista. "Es un trabajo sobre la simplicidad", afirma Lavaudant.
Héroes con final común
El director justifica la decisión de unir ambas obras de Sófocles, que por economía de tiempo -el espectáculo dura 50 minutos- no se ofrecen íntegramente, sino sólo su parte central: "Las dos presentan a héroes que, por razones diferentes, tienen que ponerse fuera de la humanidad".
El director ofrece su visión de cada uno de estos personajes, enlazados por un mismo y trágico final: "Philoctète es una persona completamente abandonada, que se ha convertido en una especie de bestia y no ve otra salida a su situación que pedir un arma para suicidarse. Ajax, por su parte, está preso por una especie de locura, cree que está matando a todo un ejército cuando en realidad está acabando con un rebaño. Al descubrir su error, se suicida".
Georges Lavaudant reconoce que el "ensayo" realizado con Ajax-Philoctète ha sido un excelente entrenamiento para profundizar en el universo de la tragedia griega. En este montaje se encuentra la base de su siguiente aproximación, L'Orestiada, que podrá verse en el Teatre Nacional de Catalunya el próximo mes de noviembre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.