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EUROCOPA 2000Cuartos de final

La honestidad de un goleador discutido

Kluivert reconoce que el tercer gol de Holanda no lo metió él

José Sámano

Patrick Kluivert se convirtió ayer en el sexto jugador en anotar tres goles de una tacada en la historia de la Eurocopa, gesta ya conseguida por el francés Michel Platini -dos veces-, los alemanes Klaus Allofs y Dieter Muller, el holandés Marco Van Basten y el portugués Sergio Conçeiçao, que también lo ha conseguido en este campeonato. Por unos instantes, Kluivert estuvo a punto de ser el único en sumar cuatro goles, pero él mismo se quitó uno: "Soy honesto y reconozco que el tercero de mi equipo lo ha marcado un defensa en propia puerta, pero si el árbitro me lo ha dado, yo feliz". El español José María García-Aranda le concedió el gol, como el megafonista del campo y la UEFA.En cualquier caso, Kluivert se llevó todos los ramos de la noche. "Es muy ilusionante verle así", dijo su técnico, Frank Rijkaard. Ronald de Boer enfatizó la belleza del primero, "por su enorme agilidad" para definir ante Kralj. Kluivert recibió un gran servicio de Bergkamp, amortiguó la pelota con un gesto felino y en décimas de segundo, con Kralj encima, se la escondió por un lado. El deportivista Makaay, su suplente, se lo tomó con ironía: "Dicen que necesita muchas ocasiones para marcar, pero, si ya de por sí lo tengo difícil para jugar, a este paso...".

Kluivert, lacónico para el tamaño de su hazaña, desvió los elogios hacia sus compañeros: "Me han ayudado a vivir una de las noches más bonitas de mi vida". El delantero azulgrana, que el próximo sábado cumplirá 24 años, siempre ha tenido una relación complicada con el gol. Cerró temporadas con buenas cifras en la Liga holandesa, pero se atascó en el Milan, y en el Barcelona se ha mostrado más como un gran asistente que como un depredador.

Sin embargo, en su todavía corta carrera, ha dejado huellas imborrables en las grandes citas. Como en la final de la Copa de Europa de 1995, en la que un gol suyo dio al Ajax el cuarto título. Aquella temporada fue elegido mejor jugador holandés y recibió el Premio Bravo, galardón que se otorga a la mejor promesa del fútbol continental.

Patrick siguió con sus goles importantes. En la repesca para la clasificación del Mundial de Francia, cuando anotó dos tantos frente a Irlanda en el estadio inglés de Anfield. También con su acierto, Holanda alcanzó las semifinales del último Mundial.

Frente a Yugoslavia se dio el gran empacho de su carrera. No pudo haber elegido mejor escenario: un gran torneo y ante sus paisanos, que le adoran hasta cuando riñe con el gol. Sólo Bergkamp le discute la máxima cuota de popularidad.

Uno y otro resultaron decisivos en la mayor goleada conseguida jamás por un equipo en la Eurocopa. El récord estaba en los cinco goles que un mismo día, el 16 de junio de 1984, marcaron Francia y Dinamarca a Bélgica y Yugoslavia, respectivamente. Ocurrió en el campeonato celebrado en territorio francés, cuando los anfitriones derrotaron a España en la final.

Las celebraciones por la victoria de Holanda desembocaron en una batalla campal, según la policía, que arrestó a 48 personas. Las detenciones se produjeron por destrucción de propiedad pública, alcoholismo y resistencia a la policía

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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