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Entrevista:MIGUEL POVEDACANTAOR

"Ser catalán no me condiciona negativamente para el cante"

Catalán de crianza y residencia, Miguel Poveda (Badalona, 1973) dio sus primeros pasos artísticos en el ámbito de la rumba, pero se dio a conocer como cantaor en el prestigioso Festival del Cante de las Minas. Discos como Viento del Este y Suena Flamenco le revelan como un estupendo aficionado, capaz incluso de asumir un papel en La teta y la luna, de Bigas Luna.Pregunta. ¿Qué supone para usted bajar a la cuna del cante?

Respuesta. Venir a Andalucía siempre es importante para mí, supone una gran responsabilidad. Realmente siento la exigencia de quedar bien en esta plaza, donde se sabe tanto y donde han nacido las grandes figuras.

P. Pero sin complejos.

R. Ah, no, complejos cero. El hecho de ser catalán no me condiciona negativamente, en absoluto. La gente tiene que entender que no a todos los catalanes nos gusta la butifarra, ni todos bailamos sardanas. Además, yo me he criado rodeado de emigrantes andaluces, y el ambiente del barrio, las fiestas, todo era muy parecido a lo que se vive aquí.

P. ¿A qué aspira Miguel Poveda?

R. Tengo muy claro por dónde voy, y el camino que aún me queda por recorrer.

P. ¿Y cuáles son los cantaores que le marcan el camino?

R. Digamos que me gusta todo. Muchos de los espejos en los que me suelo mirar son aficionados, desconocidos. Luego están los viejos, Mairena, Pastora Pavón, Borrico, Caracol... y de los de ahora, qué voy a decirte de Camarón, Enrique Morente, Arcángel, Estrella [Morente]...

P. Usted se ha ganado fama de solidario en un mundillo en el que no abunda el compañerismo...

R. Sí, eso se valora mucho. Me he llevado muchos palos por la espalda, pero hoy eso me resbala.

P. ¿Cómo se vacuna uno contra las zancadillas?

R. Siendo sincero y teniendo las cosas claras.

P. ¿Le tienta la idea de repetir en el cine?

R. El cine me gusta muchísimo, y más el cine que se hace en España, pero creo que aquello fue algo casual, aunque disfruté y aprendí mucho trabajando con una gente maravillosa. En el fondo, me da mucha vergüenza verme en la pantalla.

P. ¿No es un desperdicio que jóvenes talentosos hagan música comercial pudiendo hacer buen cante?

R. Cada uno escoge. Niña Pastori, por ejemplo, ha dicho que quiere vender discos, hace cosas más radiables que el flamenco puro y está bien, a mí me gusta. Pero prefiero otras cosas, aunque no se vendan igual.

P. ¿Cuántos ceros tendría que tener un cheque para cambiar su estilo?

R. No es una cuestión de ceros. Bastaría con que me dejaran ser libre, con que hubiera algo de talento, coherencia y buen gusto.

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