Sampras se despide en su debut al caer ante Philipusis

Ganar en París requiere su tiempo. Nada es parecido a lo que se ha estado produciendo en los últimos torneos de tierra batida. En Roland Garros todo adquiere otras dimensiones, como corresponde a un torneo del Grand Slam. Aunque la mayor parte de jugadores aseguran que las pistas están bastante rápidas, la tierra batida lo relantiza todo, resta pegada a los sacadores y obliga a un esfuerzo suplementario que algunos jugadores no están dispuestos a ofrecer. El estadounidense Pete Sampras lo intentó, pero volvió a fracasar en su aspiración de ganar el torneo parisino, el único Grand Slam que falta en su palmarés. El ex número uno mundial agotó las cinco mangas, pero sólo alargó su agonía. Perdió frente al australiano Mark Philipusis por 4-6, 7-5, 7-6 (7-4), 4-6, 8-6 en 3 horas y 39 minutos. "Me hubiera gustado encontrarme a Mark más adelante", confesó un apesadumbrado Sampras. "Creo que jugué bien. No estoy descontento en este sentido. Pero Mark sacó casi perfecto y no pude hacer nada. Lo intentaré de nuevo el año que viene", agregó. Esta fue la sorpresa más importante de la jornada que abrió el torneo de Roland Garros, en la que también fueron eliminados el alemán Nicolás Kiefer (8º cabeza de serie), la francesa Julie Halard (13ª) y la estadounidense Jeniffer Capriati (16ª).

Sin embargo, la renuncia de Sampras a París no se produjo ayer, sino mucho antes, exactamente cuando el estadounidense renunció a ampliar su participación en los torneos de tierra batida, para poder llegar con una mentalidad adecuada. La gira europea de Sampras fue de dos semanas, en las que perdió en la segunda ronda de Hamburgo, frente a Di Pasquale (¿quién es este jugador?), y sufrió otras dos derrotas en la Copa de las Naciones antes de ganar a Magnus Norman. Un bagaje excesivamente corto, y mucho más breve que el de Philipusis, que llegó al Viejo Continente a mediados de abril y disputó los torneos de Montecarlo, Roma, Hamburgo y Saint Polten. Sus resultados fueron horribles, eso sí, puesto que sólo ganó un partido.

Pero cuando llegó a París sus calcetines ya estaban rojos de arena. Y eso le valió, simplemente, porque en los momentos decisivos del quinto set, Philipusis fue capaz de mantenerse más entero y pudo jugar más tranquilo. Para Sampras, que busca desesperadamente otro triunfo en el Grand Slam para romper la igualdad a 12 títulos que mantiene con Roy Emerson, la derrota fue un mazazo. Es la segunda vez que pierde en primera ronda en París (1995). "¿Ganar en Roland Garros?", se preguntó. "No lo sé. El año que viene volveré a intentarlo. Mi carrera aún no ha concluido".

Los españoles no tuvieron demasiados problemas para pasar la ronda. Àlex Corretja, finalista en 1998, ganó a Alberto Martín por 6-3, 6-4, 6-4. Pato Clavet logró un resultado más holgado, 6-2, 6-0, 6-3 sobre el argentino Guillermo Cañas. Fernando Vicente salvó la desventaja de ir dos mangas abajo y se impuso en cinco al bielorruso Max Mirny. Y Juan Carlos Ferrero cerró el paso al francés Jerome Golmard en tres mangas.

La única derrota española la sufrió Cristina Torrens, que perdió ante la ex campeona Iva Majoli por 6-7 (4-7), 7-5, 6-3.