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El contacto de una farola con un andamio causó la muerte del hombre electrocutado

El fallecido era un camarero que se quedó en paro hace cinco meses

La fatalidad se cebó con Jorge del Río Celaba, de 29 años, un camarero en paro desde hace cinco meses que se electrocutó en la noche del viernes en la calle del Arenal, número 14, cuando regresaba de su antiguo trabajo tras solicitar unos documentos para rellenar la declaración de la renta. El hombre falleció al rozar un andamio metálico. La policía y los bomberos mantienen que la estructura se cargó de electricidad al hacer contacto con una farola pública.

Jorge del Río Celaba, de 29 años, camarero en paro desde enero, fue el viernes a mediodía a recoger un documento con las retenciones fiscales aplicadas al sueldo recibido en el restaurante Casa Fabas, de la plaza de Herradores, 7, donde trabajó durante siete años. Necesitaba ese papel para hacer la declaración de la renta. Comió en el establecimientos con sus antiguos compañeros, y de allí salió, pasadas las seis de la tarde, para visitar a viejos clientes y amigos del barrio. A las nueve se encontraba en un bar de la plaza Mayor tomando un refresco con un amigo. Hora y media más tarde dio la jornada por concluida y caminó por la calle del Arenal para coger el transporte público de regreso a su casa, según explicó ayer Antonio Cosmen, el propietario de Casa Fabas.Jorge nunca llegó a su domicilio, un piso de la calle del Abolengo, en el distrito de Carabanchel. Falleció al instante fulminado por una descarga eléctrica mortal cuando rozó uno de los barrotes metálicos del andamio instalado en el inmueble que ocupa la esquina de las calles del Arenal y la plaza de Celenque. Eran las once de la noche. Su cuerpo quedó tendido en el suelo con dos heridas, una en el cuello y otra en el hombro izquierdo. "Supuestamente, por donde pasó la descarga eléctrica", según explicó ayer un portavoz del Samur (092).

Los sanitarios trataron de reanimarle en la calle y siguieron intentándolo en la ambulancia, de camino al hospital Clínico. Pero no tuvieron exito y Jorge llegó al servicio de urgencias del hospital ya sin vida.

La policía y los bomberos acudieron al lugar del suceso y comprobaron que el andamio seguía cargado de corriente. Entonces ordenaron el corte del suministro eléctrico en el alumbrado público para tratar de localizar el punto en el que la farola pasaba la electricidad al andamio. "Al final descubrimos el cable", afirmó en la madrugada de ayer un portavoz de los bomberos de Madrid.

La policía científica investiga el suceso. Un portavoz policial explicó ayer que la electrocución sucedió "por una derivación de la farola del alumbrado público que hay en la fachada del edificio". Los bomberos añadieron que la lluvia que caía en ese momento pudo influir en la transmisión de la electricidad y en multiplicar la potencia de la descarga. Este periódico trató ayer de ponerse en contacto con la empresa que instaló el andamio, pero nadie respondió a las llamadas.

Jorge tiene cuatro hermanos. Nació en Astorga (León) y trabajó como camarero desde los 14 años. Llegó a Madrid después de hacer el servicio militar, cuando tenía 20 años, para buscarse la vida. Encontró empleo en Casa Fabas. "Jorge estaba contento, porque, tras varios meses sin trabajo, este lunes tenía una entrevista en un restaurante importante de Madrid", explicó Cosmen. Un cliente habitual del restaurante donde trabajaba, José Menor, de 66 años, le definió como un hombre que "respetaba siempre a los mayores", que "se reía con los clientes en un clima cordial y respetuoso".

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