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Héroe en busca y captura

Juan Antonio Mora Gallego, el héroe que arriesgó su vida al trepar por la fachada de una finca de Alboraia envuelta en llamas el 25 de marzo para rescatar a cuatro mujeres y una niña, tenía una orden judicial de busca y captura pendiente.Este abnegado soldador en paro de 30 años, que se intoxicó por el humo y tuvo que ser hospitalizado, estaba reclamado por el Juzgado de lo Penal número 5 de Valencia, acusado de cometer diversos robos en el interior de vehículos en los últimos cinco años.

La fama que le sobrevino tras la heroicidad fue la causante de su detención. Cuando la policía vio aparecer en numerosos medios de comunicación a este hombre soltero, moreno, de complexión y estatura media y con un pendiente en la oreja izquierda relatando los pormenores de tan arriesgado rescate, la cara y el nombre les resultó de lo más familiar. Tras una rápida consulta a sus ficheros comprobaron que el héroe tenía un pasado supuestamente delictivo y estaba en busca y captura por orden judicial.

Por una paradoja del destino, han tenido que ser los agentes de la Policía Local de Alboraia, los mismos que tragaron humo a su lado y aplaudieron su arrojo, los que tuvieron la desagradable misión de ir a buscarlo para leerle sus derechos y llevárselo detenido.

Una situación de lo más incómoda para el Ayuntamiento, que en el último pleno del 27 de abril aprobó por unanimidad concederle una mención honorífica por su valor. Tras conocer los antecedentes y la detención de Mora, los responsables municipales se quedaron boquiabiertos. Pero ese lunar no le dejará sin medalla: "Se la vamos a conceder [la mención honorífica] de todas formas", aseguraban ayer fuentes municipales, "no vamos a entrar a valorar su vida anterior, que no ensombrece su valeroso comportamiento ante una situación de gravísimo riesgo para su vida".

Aquella mañana, antes de que llegaran los bomberos y la policía, Juan Antonio trepó por una escalera de mano apoyada contra la fachada de la finca incendiada, en la que no tenía familiares ni amigos. Luego se descolgó por una cornisa y rescató a cuatro mujeres y una niña. Una de ellas, Blaitneid C. A., una inmigrante colombiana de 25 años, falleció hace dos semanas en el hospital La Fe de Valencia por las graves quemaduras que sufrió en el 60% de su cuerpo.

Tras ser ingresado en el hospital Clínico, una doctora le comunicó a Juan Antonio que estaba a punto de dejar de ser un ciudadano anónimo porque la centralita estaba desbordada ante las llamadas de periodistas que deseaban entrevistarlo. Enconces, el héroe se puso muy nervioso y se marchó a toda prisa del hospital. "Estaba escondiéndome de todos vosotros", confesó dos días después en la conferencia de prensa organizada por el Ayuntamiento, donde rompió a llorar.

¿Se ocultaba porque estaba abrumado por la fama o por miedo a ser detenido? Fuentes próximas a Mora aseguran que desconocía que pesaba sobre él una orden judicial de busca y captura. La requisitoria fue ordenada después de que se mudara de un piso de Valencia a otro de Alboraia, antes del incendio, sin comunicar su nuevo domicilio al juzgado.

Como aún tiene juicios pendientes por robos en el interior de vehículos que supuestamente cometió en los últimos años, el juzgado ordenó a la policía que lo localizara y detuviera para evitar que eludiera la acción de la Justicia. Tras ser arrestado, comparecer ante el juez y comunicar su nuevo domicilio, ha quedado en libertad a la espera de los juicios.

Las personas que le conocen bien aseguran que se sorprendieron hace unos años al ver cómo sentaba la cabeza y rompía con su oscuro pasado. Pero lo que ninguno de ellos se esperaba es que llevara su cambio de conducta hasta el extremo de convertirse en un héroe.

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