La muerte en prisión de Abderrazak Mounib despierta la solidaridad de sus compatriotas

La muerte en la prisión de Can Brians de Abderrazak Mounib, el ciudadano marroquí que cumplía condena por varios delitos de robo y violación, cuya autoría fue puesta en duda al descubrirse el autor de una de las violaciones, movilizó ayer a varios centenares de personas que se manifestaron desde la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña hasta la plaza de Sant Jaume, alternando versículos del Corán con gritos de "justicia racista". Los manifestantes, encabezados por la esposa y los hijos de Mounib -que portaban un gran retrato de su padre-, reclamaron la libertad de Ahmed Tommouhi, que sigue cumpliendo condena por los mismos delitos que el fallecido. Desde la plaza de Sant Jaume los manifestantes se trasladaron hasta la prisión de Can Brians para hacer una ofrenda floral. Allí se vivió el momento más emotivo de la jornada cuando Abdel, el hijo mayor de Mounib, entró en la prisión para recoger las pertenencias personales de su padre.