Blair y la sombra de González
Jordi Sevilla admite que la "sombra de Felipe González" pesó demasiado sobre Joaquín Almunia, aunque sólo fuera de manera ficticia, antes de las últimas elecciones generales. Por eso el grupo de jóvenes aspirantes a asumir el relevo en la organización federal del PSOE rechaza cualquier padrinazgo.Sin embargo, el interés generado entre diversos dirigentes de los sectores más variopintos del partido por su iniciativa constituye un importante aval para el grupo bautizado como "nueva vía".
Jordi Sevilla rechaza cualquier etiqueta y apuesta por el debate político a través de los cauces orgánicos. El atractivo que ejerce el discurso del primer ministro británico Tony Blair, deja frío a Sevilla.
"Blair hace lo mismo que hicimos nosotros entre 1982 y 1996", afirma, "pero llama la atención porque procede de un partido laborista que hasta hace muy poco defendía la nacionalización de los medios de producción".
Sólo las apelaciones a la "responsabilidad individual" frente al Estado y viceversa resultan atractivas en el discurso de Blair, comenta Sevilla. Y rechaza rotundo una componente cristiana en ese discurso. "La primera preocupación del marxismo original es la libertad y la felicidad del individuo inmerso en el mundo de los medios de producción", explica.
Pero al margen de los discursos teóricos, Jordi Sevilla expresa cierta envidia hacia la cooperación que muestran entre sí los diputados procedentes de otras federaciones socialistas. Por eso, este diputado insiste en la necesidad de que los socialistas valencianos tengan "una presencia fuerte" en el próximo congreso federal y, desde luego, aspira a ejercer como portavoz del PSPV.
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