Los trabajadores de IU piden más recortes de gastos de los dirigentes
La negociación del expediente de regulación de empleo en IU, con el que se pretende echar a 47 de los 62 trabajadores, ha entrado en fase crítica, ya que los empleados solicitan una mayor reducción de los gastos de los dirigentes para conservar más puestos de trabajo. Los recortes más importantes se piden para los alquileres que se pagan por las viviendas de los liberados, entre ellos el de Julio Anguita, que es de 318.000 pesetas.
En todo este proceso, el más criticado está siendo el anterior secretario de organización, Pedro Granados, aunque de rebote, y como máximo responsable, las descalificaciones sobre una política laboral y de gastos que algunos califican de "despilfarradora" recaen sobre Julio Anguita, aunque nadie lo cita expresamente. Ayer, en la reunión de la comisión permanente donde se estudió el asunto, se comentó como dato revelador de este supuesto derroche que en los últimos dos años, cuando ya se podía prever la caída en picado de IU, se ha contratado en la sede federal a 26 personas nuevas. Todos estaban de acuerdo en que la plantilla está sobredimensionada. Además, se subió la categoría de muchos trabajadores para que cobraran salarios más altos, con lo que, de 62 personas, hay 39 que son asesores, técnicos medios y superiores, y, de alguna manera, jefes.
Lo único que parece perfilarse tras la reunión de ayer es que los despidos costarán unos 100 millones de pesetas, ya que se baraja una horquilla de indemnización de entre 30 y 35 días por año trabajado. IU tendrá que volver a endeudarse para pagarlos. Y en el asunto de los alquileres, parece que la dirección no está dispuesta a reducirlos como piden los empleados.
Para contrarrestar las críticas que está recibiendo Anguita por las informaciones sobre sus gastos, IU envió una nota en la que informaba de que el líder, junto a otros dirigentes, ha aportado 50.000 pesetas de forma solidaria para tratar de paliar algo la situación.
