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Explicación necesaria JAVIER PÉREZ ROYO

La dimisión de Joaquín Almunia inmediatamente después de conocerse los resultados electorales del 12-M es comprensible desde una perspectiva humana, pero no lo es desde una perspectiva política. Es verdad que la derrota exigía una respuesta de este tipo. Pero no lo es menos que dicha dimisión no tenía por qué producirse con la inmediatez con que se produjo.Entre otras cosas, porque la dimisión, además de provocar un vacío de poder y acentuar el desconcierto, magnificando todavía más la amplitud de la derrota, impedía que el partido hiciera lo que tiene que hacer con más urgencia: analizar los resultados, explicarse a sí mismo por qué ha ocurrido lo que ha ocurrido y explicar después a sus electores y a la sociedad cuál es su interpretación de la situación nacida el 12-M y cómo piensa hacer frente a la misma.

Hasta que el PSOE tenga una explicación convincente de lo que ha pasado y por qué, va a estar dando palos de ciego. Para salir de la crisis, lo primero que tiene que hacer es explicarse el por qué de la misma. Ésta es una tarea que únicamente el partido en cuanto tal puede hacer, aunque es evidente que le serán de mucha ayuda los estudios que se hagan, tanto por académicos como por analistas políticos. Pero la explicación tiene que ser una explicación institucional, porque únicamente cuando el PSOE haya interiorizado la explicación estará en condiciones de transmitirla a la sociedad y de extraer las consecuencias políticas y organizativas que le permitan enfrentarse a la nueva situación.

Y la explicación en este caso no es nada fácil. Es cierto que la sociedad ha cambiado mucho desde que los socialistas llegaron al poder en 1982 y no lo es menos que apenas si se ha producido renovación en la dirección del PSOE desde entonces, como indicaba Javier Pradera el pasado miércoles. Pero no lo es menos que la sociedad que ha acudido a las urnas en las elecciones del 12-M es la misma que votó el 13-J de 1999 en las elecciones europeas, autonómicas y municipales, y que la sociedad catalana que votó en las autonómicas de aquella comunidad en octubre pasado es la mima que ha votado en marzo este año. Y no es menos cierto también que el PSOE estaba tan poco renovado el año pasado como lo está en éste.

Y sin embargo, los resultados de las elecciones fueron bastante buenos para el PSOE en comparación con los que había tenido en las consultas anteriores de la misma naturaleza. El PSOE redujo el año pasado la distancia que lo separaba del PP en las europeas de 1994 y en las autonómicas y municipales de 1995, y aumentó sensiblemente la distancia que lo separaba del PP en Cataluña. En la experiencia electoral española desde 1982 no se había producido nunca un fenómeno como el de esta vez. Nunca había ocurrido que un partido que, tras unas elecciones generales, mejoraba su posición en elecciones europeas, autonómicas y municipales, perdiera las siguientes generales por más de lo que había perdido las anteriores. Y no sólo por más, sino por goleada. De la misma manera que tampoco había ocurrido que un partido no movilizara a su electorado en unas generales más de lo que lo moviliza en unas europeas, que es lo que le ha ocurrido al PSOE entre el 13-J de 1999 y el 12-M de 2000. El PSOE tuvo en las europeas 7.477.823 votantes y ha tenido 7.829.210 el 12-M, a pesar del aumento de la participación en siete puntos. Y ha perdido en términos absolutos votantes en 18 de las circunscripciones. No había ocurrido nunca.

Alguna explicación tiene que tener, que no puede ser exclusivamente la coyuntura económica, el cambio de la sociedad, la no renovación, la pérdida de las primarias. Todas esas circunstancias estaban presentes el año pasado y no produjeron esos efectos. La única novedad es el pacto PSOE-IU. No creo que pueda atribuírsele la derrota. O tal vez sí. Pero habrá que averiguarlo. Sobre esto es sobre lo que tiene que reflexionar el PSOE y encontrar una explicación que le permita saber a qué tiene que enfrentarse. Y esto es muy difícil que pueda hacerlo con una gestora, aunque se la llame comisión política.

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