De flor en flor

A la hora de elegir un trabajo ejemplar en el que valorar el tesón, la especialización en las tareas, la disciplina y la optimización en el resultado, merece la pena que nos quedemos con la labor de las abejas enredadas en vuelos interminables en busca de materia prima.Pocos son los animales que pueden presumir de una organización social tan perfeccionada y vital que es capaz de producir unos materiales tan especiales. Y en Cádiz es donde esta vez nos hemos fijado para ver pasar de flor en flor a las abejas en busca del néctar que con su especializada trompa succionan y almacenan. Del néctar masticado se obtiene, tras un cambio significativo en su composición, la preciada miel; un producto cuya calidad suele estar condicionada por las flores en las que se ha libado. La cera también la emplean para construir sus casas con perfección y funcionalidad. Y, si no, que se lo digan a la reina, que tiene una celda adecuada a su tamaño y dispuesta para permitir que se la pueda alimentar mientras pone hasta 3.000 huevos diarios.

La primavera ha llegado y con ella la invasión de las coloridas y llamativas flores que encienden sus semáforos para ser vistas desde lejos, avisando a las abejas del intercambio que ofrecen. ¡Feliz cosecha de miel y frutos!