La batalla de Cantábrico

Las aguas bajan agitadas en Asturias. Una de las empresas más enraizadas en la región, Hidroeléctrica del Cantábrico, se ha convertido en objeto de deseo de la compañía estadounidense Texas Utilities (TXU), socio de la empresa que preside Óscar Fanjul desde 1998 con un 5%. La compañía norteamericana, en una oferta "sorpresa, no solicitada y no negociada", según fuentes de la dirección de la empresa, anunció el lunes 13 de marzo que está dispuesta a desembolsar por el 95% de Hidrocantábrico 380.000 millones de pesetas (3.535 pesetas por acción) mediante una oferta pública de compra (OPA).Pero no es sólo una cuestión de dinero, aunque sí es cierto que los principales socios de la compañía (véase cuadro) pretenden, para empezar a hablar, que los estadounidenses eleven su oferta.

Aunque la oferta tiene una prima del 50% sobre la cotización media de los dos últimos meses antes de lanzarse la OPA, tanto La Caixa como los grupos Masaveu y Carceller (Caja Asturias ha anunciado que quiere permanecer en la empresa) han subrayado que sólo es el 13% de prima sobre el precio de cotización cuando se lanzó la oferta.

Las compañías eléctricas españolas están inquietas porque creen que se ha abierto la veda en lo que hasta ahora era su coto, mientras los partidos políticos de Asturias, con un Gobierno socialista y una oposición (PP) crecida tras el 12-M, juegan sus bazas.

Unión Fenosa, la tercera del sector español, sopesa su estrategia y medita si planta cara a los tejanos con una contra-OPA, aunque oficialmente lo niega. Si llegara a tomar la decisión, Fenosa debería mejorar el precio ofrecido por TXU en, al menos, un 5%.

Invitación

Hidrocantábrico (o Cantábrico, utilizando la denominación más usada en Bolsa) es la más pequeña de las cuatro empresas eléctricas españolas -tras Endesa, Iberdrola y Unión Fenosa-, con sólo un 7,3% de cuota de generación eléctrica, 1.400 empleados, 18.077 millones de beneficios en 1999. La oferta de Texas utilities la ha convertido en piedra de toque para adivinar el futuro del sector.

Según las fuentes consultadas, Unión Fenosa, compañía que controla el BSCH y que preside José María Amusátegui, está considerando seriamente si atiende la invitación lanzada la pasada semana por el presidente del PP en Asturias, Ovidio Sánchez, quien hizo un llamamiento "a quien pueda hacerlo" para que se contrarreste con una oferta nacional la OPA de TXU sobre Hidrocantábrico.

"Quien puede hacerlo es", según los analistas, "Unión Fenosa". Y ello por la complementariedad y proximidad geográfica (Hidrocantábrico en Asturias y Unión Fenosa en Galicia); por tamaño y por el temor a que la inmovilidad ponga en marcha operaciones de las dos grandes, Endesa e Iberdrola, sobre sus competidores nacionales.

Oficialmente, desde el Ministerio de Industria, se han hecho pronunciamientos de "neutralidad" y de satisfacción. La oferta de TXU es, para el departamento que dirige Josep Piqué, la prueba de que la liberalización ha funcionado.

Pero no todo es como parece. El PP de Asturias, en contra aparentemente de las tesis oficiales de Madrid, ha expresado su deseo de que Hidrocantábrico no pierda el sello de empresa asturiana. En el Principado se afirma que ese deseo encaja con tres voluntades: la del secretario general del PP asturiano y vicepresidente del Gobierno en funciones, Francisco Álvarez Cascos; la del presidente gallego, Manuel Fraga -que no vería con malos ojos una contra-OPA de Fenosa- y la del presidente de Fenosa , José María Amusátegui.

Por parte del Gobierno asturiano, gobernado por elsocialista Älvarez Areces, se encara la operación con tres premisas: la sede de la compañía debería quedarse en Asturias; la presencia nacional en el accionariado debería ser, en su caso, compensada en derechos al margen de la participación accionarial y la compañía debería seguir cotizando en España.