"Importa más la unidad que un fundamentalismo en la renovación"
Ramón Jáuregui, hasta el pasado lunes secretario de Política Institucional en la Ejecutiva Federal del PSOE, está en contra de abordar la renovación con fundamentalismo. Es partidario de hacer los cambios con rapidez y de que el congreso del partido elija un secretario general que sea a la vez candidato a la presidencia del Gobierno.Pregunta. ¿Es factible tener un líder electoral que no forme parte del Parlamento y no pueda contraponer allí sus propuestas a las del presidente del Gobierno?
Respuesta. Prefiero un buen candidato y un buen secretario general aunque no esté en el Congreso de los Diputados que un mal candidato y un mal secretario general por mucho que esté sentado en el Congreso.
P. ¿El próximo secretario general tendría que ser automáticamente candidato a la presidencia del Gobierno o cree que debería someterse también a unas elecciones primarias?
R. Prefiero que este congreso elija un secretario general sabiendo que está eligiendo a la vez al candidato a la presidencia del Gobierno. No excluyo las primarias para escoger los candidatos a alcaldes y presidentes autonómicos. Pero en este momento el PSOE necesita hacer tres cosas con urgencia: renovar el liderazgo, articular un discurso de oposición y perfilar una alternativa al Gobierno del PP desde la izquierda. Todo eso hay que hacerlo ¡ya! Dejar pasar julio para dirimir otro proceso interno es muy peligroso.
P. ¿Le parece José Bono un buen candidato a secretario general del PSOE?
R. Sí. Pepe Bono es, sin duda, uno de los candidatos que tenemos que barajar para la elección del secretario general.
P. ¿Usted es de los que piensan que lo que tiene que hacer el PSOE es una transición fundamentalmente ordenada o más bien una catarsis?
R. Fundamentalmente ordenada. Creo que hay una exageración autocrítica. Me importa más la unidad y la cohesión en el partido que un fundamentalismo en la llamada renovación. Los que están hablando de refundación están profundamente equivocados.
P. Según usted, ¿Joaquín Almunia ha acertado o se ha equivocado al irse sin esperar al congreso federal?
R. Almunia ha sido siempre un gran renovador. Su decisión de irse en la misma noche electoral, con toda su Ejecutiva, impulsa la profundización en la renovación aunque a la vez traiga consigo un cierto desorden. Acentuar el impulso renovador ha multiplicado la imagen de la derrota y conlleva un cierto vacío en el tránsito hacia el congreso.
P. La comisión gestora ¿debe ser un germen de la futura Ejecutiva?
R. Yo creo que no. Creo que tiene que ser un organismo con autoridad para la organización del congreso y la gestión de los cuatro meses y que cubra la sensación de vacío que se ha originado esta semana.
P. Felipe González tuvo que esperar ocho años desde que fue elegido secretario general para llegar a la presidencia del Gobierno. José María Aznar tardó siete años en recorrer ese trayecto. ¿Cree que ustedes lo harán ahora en menos tiempo?
R. Creo que sí. Aznar es muy vulnerable y el PP también. Lo que el PSOE y los responsables del partido hemos hecho mal esta semana es no haber dado más naturalidad a la derrota. Es verdad que ha sido mayor de la previsible, pero se inscribe en un cambio de ciclo político, adverso para el PSOE; en una sucesión de un hiperliderazgo, cargada de problemas y dificultades, y en una evolución de la economía muy favorable para el PP. No hay que vivir esta derrota como un shock, sino aprestarse a tomar las medidas para adaptarnos a una nueva sociedad y merecer su confianza mayoritaria. Hay que renovar la propuesta política hacia una nueva sociedad española, con los perfiles de un partido político para el siglo XXI.
P. ¿Usted está disponible para ser, por ejemplo, portavoz socialista en el Congreso?
R. Mi disponibilidad es absoluta. Simplemente, trataré de tener en cuenta mis capacidades y mis limitaciones.
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