_
_
_
_
_
FÚTBOL 29ª jornada de Liga

El Racing coge aire a costa de un Mallorca enfrentado a su hinchada

El Mallorca empieza a caer por un tobogán en la Liga. El Racing le dio otro empujoncito hacia el abismo al derrotarle en su estadio de Son Moix, donde hasta ayer sólo había ganado el Madrid. Manjarín y Munitis marcaron un gol en cada periodo y Diego Tristán, que concita las iras de los aficionados isleños cada vez que pierde un balón, descontó a cuatro minutos del final.El equipo cántabro se dio un festín. Impuso el ritmo más conveniente para sus intereses, jugó con descaro, abiertamente al ataque, y también supo defender en su área. Dio la sensación de superar en todos los aspectos al Mallorca, y se movió, a ratos, con una soltura insultante para su rival.

La velocidad de Munitis y Amavisca, el temple de Vivar Dorado y la amenaza constante de Salva descompusieron a los mallorquinistas. El principal enemigo cántabro no fue ningún jugador isleño, sino su portero Lemmens, que salió en falso en tres ocasiones. Pero ni eso fue capaz de aprovechar el Mallorca, de quien su afición empieza a apartarse.

Atanasio / Ponce, Barrera; Hermoso Toros de Atanasio Fernández, sin trapío, varios anovillados; muy flojos, casi todos inválidos; descastados; manejables, aunque algunos gazapearon o acabaron aplomados

Dieron mejor juego 1º, 5º y 6º. Enrique Ponce: dos pinchazos y estocada (silencio); bajonazo (silencio); aviso con retraso antes de matar y bajonazo descarado (oreja con algunas protestas). Vicente Barrera: pinchazo, media estocada, rueda de peones, descabello -aviso con retraso- y descabello (silencio); estocada y dos descabellos (silencio); media estocada atravesada caída (palmas). Un toro de Los Espartales, mocho, para rejoneo, manso descastado, no dio juego; saltó dos veces al callejón. Pablo Hermoso de Mendoza: rejón trasero (ovación y salida al tercio). Plaza de Valencia, 19 de marzo (por la tarde). 11ª y última corida de Fallas. Lleno.

Hay un gran damnificado: Diego Tristán, tan protestado que ni siquiera celebró su gol. También Fernando Vázquez pierde crédito a marchas forzadas. Sus sistemas ya son cuestionados. Más que nada, porque su equipo no transmite esa fe y vigor de temporadas recientes. Como él mismo admitió en los vestuarios: "Es tiempo de mirar hacia abajo (en la tabla de clasificación), y no hacia arriba".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_