Líder aunque pésimo visitante

¿Se puede ganar una Liga limitándose a amarrar los partidos de casa? La tradición y el sentido común invitan a la respuesta negativa, pero este campeonato está resultando anómalo. El ejemplo del Deportivo contradice la lógica de la Liga. No gana fuera desde el 12 de diciembre en Anoeta (0-1), cuando ensanchó a cinco puntos su ventaja sobre el entonces segundo, el Celta. Tres meses después, el Depor sólo ha logrado un punto más fuera y, sin embargo, continúa de líder con la misma ventaja sobre el segundo, ahora el Alavés.Durante todo el invierno, el Deportivo ha sido el invitado ideal para todos sus anfitriones. De los nueve últimos partidos que ha jugado fuera de casa, lo mejor que consiguió fue un empate sin goles, precisamente en Barcelona ante el Espanyol. Lo demás son todo derrotas, algunas tan dolorosas como el 5-1 en Highbury ante el Arsenal. En los últimos tres meses, el líder incluso ha caído dos veces, en Liga y Copa del Rey, en Málaga, el equipo del campeonato con peor balance en su propio estadio. Si las estadísticas actuales son desfavorables al Depor, las históricas constituyen una invitación a la desesperanza. Los gallegos nunca han ganado en el Camp Nou y sólo suman cinco empates en 30 partidos. Desde 1992, cuando se inició el actual ciclo del Depor en Primera, lo más que arrancó fueron otros dos empates. En esta época abundan las goleadas del Barça. Sin ir más lejos, el 4-0 del curso anterior.