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¿Ha dejado España de ser de izquierdas?

El deslizamiento hacia la derecha de los españoles desde 1996 no explica el vuelco electoral

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La abrumadora victoria del PP el pasado domingo, inesperada incluso para sus beneficiarios, se ha interpretado por muchos comentaristas como el resultado de un vuelco no sólo político, sino también social. El mismo lunes, un diario proclamaba que "España dejó de ser de izquierdas". Se basaba en que, por vez primera, los votos del PP superaron a los del PSOE e IU juntos. Ayer, en La Vanguardia, la directora del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Pilar del Castillo, declaraba que "esa apodada progresía y sus valores han perdido mucho peso social. Ya no son dominantes".Es de suponer que Pilar del Castillo dispone de otros datos para avalar esta afirmación, pues de las encuestas que difunde el CIS no se deduce en absoluto. Los barómetros del CIS incluyen siempre una pregunta en la que se pide a los encuestados que se sitúen ideológicamente en una tabla del 1 a 10, en la que el 1 representa la extrema izquierda y el 10, la ultraderecha. En el sondeo del CIS de febrero pasado -que daba al PP diez puntos de ventaja sobre el PSOE en intención directa de voto, los mismos que finalmente se dieron, aunque rebajara esa distancia a sólo seis al cocinar la estimación de sufragios- la mayoría de los encuestados se definía como de centro-izquierda. En concreto, el 37,6% de quienes contestaron a esa pregunta (el 29,9% del total de encuestados) se situaba en la izquierda o el centro izquierda (entre los puntos 1 y 4 de la escala), mientras que sólo el 18,2% (el 14,5% de los encuestados) se identificaba con el centro derecha o la derecha (puntos 7 a 10 de la escala). El segmento más amplio, el 43,8% (34,7% de encuestados), correspondía a quienes se consideran de centro (puntos 5 y 6).

Es cierto que el 20,8% de los encuestados por el CIS no respondieron a esta pregunta y que, con frecuencia, quienes no se definen ideológicamente acaban situándose en la derecha.

Sin embargo, este perfil ideológico es muy similar al que existía hace cuatro años. En el barómetro del CIS de septiembre de 1996, el 44,6% de los que respondían a esta pregunta se definía como de izquierdas o centro-izquierda, el 16,4% de derechas o centro derecha y el 38,7% de centro. La bolsa del no sabe/no contesta la engrosaban el 23,3% de los encuestados.

Comparando ambos barómetros se observa un desplazamiento de los encuestados hacia la derecha. Se reduce en siete puntos el porcentaje de quienes se sitúan en la izquierda y el centro-izquierda, aumenta en 1,8 la porción de la derecha y el centro-derecha y en 5,1 la del centro. Con ser importante este deslizamiento, no explica el vuelco electoral. En las elecciones de 1996, los partidos que los encuestados identifican con la izquierda y el centro-izquierda lograron el 51,7% de los sufragios y el único partido que hay en el centro derecha y la derecha, el PP, el 38,7%. El pasado domingo, los primeros cosecharon el 43,9% y el PP, el 44,5%.

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Si la sociedad no ha cambiado tanto, desde el punto de vista ideológico, la explicación habrá que buscarla en la abstención de muchos electores que se consideran de izquierdas o en el apoyo al PP de muchos votantes de centro. Seguramente, en ambos factores combinados.

Lo que resulta un indudable éxito del PP, pues en el citado barómetro del CIS de febrero se pedía a los encuestados que situaran a los distintos partidos en la misma tabla del 1 al 10 en la que se colocaban ellos. Al PSOE lo ubicaban en el 4,4, a seis décimas del 5, el centro político, y al PP, en el 7,6, a 2,6 puntos de distancia del centro.

En contra de lo que se ha dicho, el domingo no fue la primera ocasión en que la suma de los votos de centro-derecha supera a la de los de centro-izquierda. En las primeras elecciones democráticas, las de junio de 1977, UCD y AP consiguieron el 42,65% de los sufragios, frente al 38,65 del PSOE y el PCE. Llama la atención, pese a los 23 años transcurridos, la gran similitud de estos porcentajes con los del domingo: 44,54 para el PP y 39,54 para el PSOE e IU.

Quizá España nunca fue de izquierdas. El hundimiento de UCD dejó huérfano el amplio espacio del centro, en el que se sitúa el 40% de los encuestados y con el que éstos sólo identifican plenamente a los partidos nacionalistas moderados, que juntos no llegan al 8% de los votos.

El PSOE fue la fuerza hegemónica de este sector durante más de una década. El PP se quedó con la mayor parte el domingo.

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