La salida de Almunia abre la espita de las dimisiones de secretarios regionales
La dimisión de Joaquín Almunia la noche del domingo, nada más conocerse el fuerte retroceso electoral del PSOE, ha abierto la espita de las dimisiones en las agrupaciones regionales y provinciales socialistas. Si Almunia quería apostar, con su dimisión, por una rápida y rotunda renovación, ese ejemplo ha cundido tan rápidamente que surgen cada día más voces dentro del PSOE pidiendo calma para no dejar el partido sin responsables. Ayer anunciaron su dimisión el secretario regional de Aragón y el comarcal de Ourense.
Hasta la agrupación comarcal de Ourense llegaron ayer las dimisiones. Antonio Troitiño, su secretario general, anunció la dimisión "en bloque" de la dirección socialista de la ciudad para "seguir el ejemplo de Almunia y dar ejemplo a los demás dirigentes", informa F.J.Sarria. Troitiño considera que ese "ejemplo" debe servir para "impulsar una regeneración integral del partido" que le permita "reconciliarse con la sociedad y con la militancia". En la ciudad de Ourense, el PSOE perdió el domingo casi nueve puntos en porcentaje de voto respecto a las elecciones de 1996. Si entonces votaron socialista el 34,59% de los electores, el domingo sólo optaron por el PSOE el 25,82% de los orensanos. El PP subió 2,5 puntos en la ciudad.Las dimisiones, ayer, en las agrupaciones comarcal de Ourense y regional de Aragón estuvieron precedidas por el anuncio, el miércoles, del secretario regional de La Rioja, Ángel Martínez Sanjuán, de acelerar la celebración de un congreso que elija a una nueva dirección del partido en esta comunidad autónoma. Martínez Sanjuán optó por la fórmula anunciada el día anterior por el primer secretario de los socialistas catalanes, Narcís Serra. Dijo que continuará, en principio, hasta la celebración del próximo congreso regional. Y convocó para el sábado día 25 el comité ejecutivo regional, que deberá acelerar los trabajos para que el congreso de los socialistas riojanos se celebre en julio. Martínez Sanjuán será la próxima legislatura el único diputado del PSOE por La Rioja. Al pasar del 36,65% de los votos que tuvo en 1996 al 34,88%, el partido socialista pierde uno de los dos diputados que tenía por esta comunidad autónoma.
Narcís Serra anunció el martes una decisión similar. Dejará la primera secretaría en el congreso del PSC convocado para junio. El PSC también sufrió en Cataluña un apreciable retroceso aunque se mantiene como el partido más votado en esta autonomía. Pierde dos diputados al pasar del 39,36% al 34,08%. Serra no ligó su decisión a las elecciones y subrayó que ha decidido quedar fuera de la dirección para facilitar "una profunda renovación" del partido. El presidente del PSC de Girona, Lluís María Puig, también renunció ese día.
Lo mismo hizo el secretario provincial de Burgos, Julián Simón de la Torre. Y el lunes quien dimitió fue el secretario provincial de Salamanca, Emilio Melero.
La primera dimisión regional fue anunciada, la misma noche electoral, por la secretaria general de Murcia, María Antonia Martínez. Dijo que era su forma de asumir "la parte de responsabilidad" que le corresponde en "no haber sabido ilusionar al electorado".
Evitar el vacío de poder
Ciprià Ciscar, hasta el lunes secretario de organización del PSOE, ha pedido a sus compañeros de las direcciones regionales que no sigan el modelo de dimisión de Joaquín Almunia sino que, si quieren poner sus cargos a disposición del partido, opten por anunciar que no repetirán en el cargo y por acelerar la convocatoria de un congreso que renueve los órganos de dirección. Es el modelo seguido por Narcís Serra en Cataluña y por Ángel Martínez Sanjuán en La Rioja. La permanencia de la dirección, según este análisis, evita el vacío de poder y permite dirigir de forma más sosegada el cambio que los electores han pedido al PSOE en las elecciones del domingo. Quienes optan por la dimisión, en cambio, argumentan que su permanencia podría interpretarse como un intento de dirigir la sucesión, y si lo han hecho mal deben irse y hacerlo cuanto antes.
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