Emma Vilarasau es una inquietante detective en 'Crims', la primera serie de intriga de TV-3
Todo es tenebroso e inquietante en Crims: los personajes, el ambiente, los escenarios, las tramas, etcétera. Nada que ver con los anteriores productos de ficción de la factoría de TV-3. Así lo han querido los creadores de esta innovadora serie, encabezados por Jordi Frades, que es además su director. Con ella, la cadena debuta en el género de intriga, después de haber ensayado con éxito de audiencia el melodrama y la comedia. Emma Vilarasau y Ramon Madaula encarnan a dos detectives privados en Crims, que se sitúa en un futuro indeterminado. Otra novedad: por primera vez una serie de TV-3 no tiene una ubicación reconocible. Los pocos paisajes que aparecen nunca son identificables.
Jordi Frades, autor de la serie junto a Jaume Cabré y Manel Bonany -un equipo que ya había trabajado en Estació d'enllaç-, reconoció ayer en la presentación de Crims influencias de productos televisivos y cinematográficos norteamericanos, como Expediente X, Twin peaks y Blade runner, de los que ha intentado recoger el clima, inquietante, frío y sobrio. Salvando todas las distancias, claro. "Nuestro presupuesto debe aproximarse al del catering de Expediente X", bromeó el director de Crims. Hablando de presupuesto, ésta es la producción de ficción de TV-3 más cara de su historia. El director de la cadena, Lluís Oliva, lo confirmó, si bien se mostró remiso a dar el dato exacto del coste, que finalmente cifró entre 25 y 30 millones de pesetas por capítulo.La trama arranca cuando la investigadora Cristina Tor es hallada muerta en una galería de arte. Todo indica que se trata de un suicidio, pero su hermana Olga (Emma Vilarasau), detective en otro tiempo, no se lo cree. Tampoco su padre, Gabriel (Juli Mira), propietario de la agencia Tor Investigadors, ciego desde hace años, con quien Olga mantiene una nefasta relación. La muerte de Cristina los reúne, y Olga vuelve a trabajar para la agencia, esta vez junto a Cesc (Ramon Madaula). La investigación de este caso se prolongará durante los 13 capítulos de la serie, pero la actividad de la agencia no se limita a él. Todos los domingos, como lo hacían en Tele 5 hasta hace poco Mulder y Scully, Cesc y Olga deberán hacer frente a un crimen, que resolverán en cada capítulo.
Frades comentó que la intriga de la serie no radica sólo en el descubrimiento del asesino sino en desgranar el proceso que le ha llevado a cometer el crimen. En su opinión, lo novedoso de Crims está en el intento de suscitar emoción en el telespectador a través de la historia que se cuenta por muy sórdida que ésta sea. En otras palabras, llegar al público mediante la demostración de que "todos tenemos un lado oscuro, que en un momento irracional nos puede llevar a la desesperación y al crimen". Frades insistió en que la serie "no es fácil de ver". "No se puede escuchar, mientras se pasea por la casa haciendo otras cosas", aclaró.
La estética -oscura, con predominio de tonos verdosos, y lluvia casi permanente-, la música -original y distinta en cada episodio- y un tempo lento son los complementos que ayudan a crear el ambiente de soledad y misterio.
Emma Vilarasau confesó que el trabajo de interpretación ha sido complicado para ella y, también, para sus colegas de reparto: "Los personajes son desarraigados, viven en completa soledad y desconfianza. Los diálogos no son explicativos y las relaciones nunca se muestran claras. La verdad es que el trabajo ha sido duro, pero también muy satisfactorio, porque al final te das cuenta de que has dado un paso más en tu profesión: has conseguido algo que ignorabas poder hacer".
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