El Partido Popular repite en Málaga y Almería su victoria en las municipales
Las provincias de Málaga y Almería parecen consolidarse como feudo del Partido Popular en Andalucía. La victoria en las elecciones autonómicas en estas dos circunscripciones confirma la hegemonía ya ratificada en los dos últimos comicios municipales, si bien la Diputación de Málaga está ahora gobernada por un pacto tripartito PSOE-IU-PA. Ya en 1994, el PP ganó las elecciones autonómicas en Málaga, pero nunca hasta ahora lo había hecho en Almería. Los populares sin embargo no han podido vencer al PSOE en la elección de parlamentarios autonómicos en Cádiz y Córdoba, circunscripciones en donde por primera vez han ganado las generales.La derrota del PSOE en Málaga se cobró ayer dos dimisiones. Juan Benítez, secretario comarcal de Ronda renunció a este puesto y al de primer teniente de alcalde de la ciudad, de la que debía ser investido alcalde dentro de año y medio en cumplimiento del pacto suscrito con el PP para evitar que el GIL se hiciera con la alcaldía. Los socialistas han perdido en Ronda 2.325 votos, lo que Benítez considera una "derrota sin paliativos" que pone en evidencia la necesidad de relevos en la organización. También renunció de su cargo en la ejecutiva provincial Francisco Zamorano después de perder el escaño como senador.
Al contrario de lo que ocurriera en 1996, cuando también coincidieron en fecha elecciones autonómicas y generales, los socialistas obtienen mejores resultados en el Parlamento andaluz que en el Congreso de los Diputados, aunque de manera exigua. Ahora, los socialistas han conseguido en las autonómicas 1.774.030 votos (44,25%), sólo 17.985 más que los logrados para el Congreso. En 1996 la diferencia fue de 114.697 sufragios (2.017.857 frente a 1.903.160 votos autonómicos).
Trasvase
El PSOE mantiene los 52 escaños que ya tenía en el Hospital de las Cinco Yagas (compensa en Málaga el diputado perdido en Granada). Lo contrario ocurre con el PP, que en las elecciones autonómicas se mantiene a seis puntos del PSOE, aunque en las generales la diferencia sólo haya sido de la mitad. Los populares son los principales beneficiados del sonado descalabro de Izquierda Unida y a sus filas van a parar seis de los siete escaños perdidos por la federación que tenía a Antonio Romero como cabeza de cartel para sumar un total de 46.
El PA por su parte consigue un quinto diputado, uno más que en las anteriores elecciones, en la provincia de Córdoba.
IU ha descendido del 13,97% al 8,11% de votos y en la circunscripción por la que Romero era cabeza de lista, Málaga, pierde más de 50.000 votos y uno de los dos escaños que tuvo en la anterior legislatura autonómica.
La participación en las elecciones autonómicas del domingo se situó en el 30,29%, ocho puntos menos que en 1996 y cuatro décimas más que en las generales celebradas al mismo tiempo.
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