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El Madrid pone en venta a Anelka

Diego Torres

Nicolás Anelka está en venta. El Madrid no le quiere y lo va a declarar transferible después de que ayer se negara a entrenarse con el equipo y, junto con su hermano y representante, Didier, presionara al técnico, Vicente del Bosque, para exigirle la titularidad. Del Bosque le apartó de la convocatoria para enfrentarse hoy al Sevilla (21.00, Teletaquilla), y por la tarde, el club le comunicó que quedaba apartado del equipo. A Anelka le será impuesta una multa de cinco millones de pesetas, la pena máxima por indisciplina y la tercera que le impone el Madrid.

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Un problema sin solución

Nicolas Anelka montó en cólera cuando supo que Vicente Del Bosque no lo incluía en la alineación que se enfrentó al Bayern en el estadio Olímpico de Munich, el miércoles pasado. Algunos de sus compañeros lo advirtieron, y ayer no dudaron cuando no se puso las botas para entrenarse. "No está lesionado, eso es seguro", dijeron. Todos supieron de entrada que se trataba de otra de las frecuentes pataletas del delantero. "Lo de este tío es increíble", se indignó un jugador de peso en la plantilla. No era la primera vez que veían encerrarse en sí mismo al jugador más caro de la historia del fútbol español, fichado por el Madrid al Arsenal por 5.600 millones de pesetas. Anelka hizo ayer su segunda huelga de brazos caídos desde que está en Madrid. Lo hizo, como la primera vez, en solitario, para protestar por su papel de tercer delantero, después de Raúl y Morientes. Y, según ha podido saber este periódico, el Madrid le ha colocado en la lista de transferibles.Anelka estaba ojeroso ayer por la mañana. Un periodista de la revista oficial del Real Madrid le pidió colaboración para un reportaje y fue inexorablemente despreciado con un gesto violento. Aparcó su Mercedes descapotable. Oteó los campos de entrenamiento vacíos, antes de la sesión previa al partido de hoy. Regresó a su coche, se fue a su casa, y a la media hora reapareció seguido de su hermano y representante, Didier Anelka. "No tengo nada, no estoy lesionado", respondió cada vez que le preguntaron por su salud.

El entrenamiento había terminado y ambos hermanos pidieron audiencia con Del Bosque, al que exigieron explicaciones por la ausencia de Nicolas en la alineación del partido contra el Bayern. Reunidos en el despacho del técnico, también se quejaron del escaso protagonismo que le concede.

Perplejo, Del Boque indicó minutos después, en una conferencia de prensa, el contenido de la reunión: "Anelka me ha dicho que no quiere entrenarse, y punto y aparte. He tenido una conversación con él en la cual le he recordado sus obligaciones como profesional y que esto no es un colegio. Pero él no me ha dado más explicaciones. Me ha respondido que no quería entrenarse. ¿Por qué? Porque no le da la gana".

Recibir a Didier, hermano y representante de Anelka - que entró como una bala y con el gesto grave, hasta el despacho del técnico- fue "una deferencia hacia ellos", según Del Bosque, que luego precisó: "Tampoco tenía por qué recibirlos". La de ayer no fue la primera vez que Didier y Del Bosque se veían las caras en una discusión sobre Anelka. El 27 de noviembre pasado, el hermano mayor del delantero francés abordó al técnico en un pasillo de la Ciudad Deportiva pidiéndole la inclusión del delantero en las alineaciones, un cambio en el sistema de juego, una modificación en el dibujo táctico, y la necesidad de que alguien le dé más pases, entre otras solicitudes.

El entrenador madridista señaló que no había visto un caso semejante en toda su carrera. Explicó lo de Anelka le resultaba extraño porque los extranjeros siempre habían cumplido un papel primordial en el Madrid. "No voy a buscar un ejemplo para compararlo con este caso porque esto no es un ejemplo para nadie. Es una situación extraña y como tal la estamos valorando. El Madrid es muy grande por extranjeros que han sido el santo y seña. Siempre han sido muy queridos por el público porque aquí no se mira dónde se ha nacido sino el rendimiento. En 11 años como jugador nunca hemos tenido ningún problema. Hemos tenido jugadores de diversas nacionalidades y todos han sido cariñosos y excepcionales en muchos aspectos. Y hemos tenido alemanes, argentinos, daneses. Han sido gente buena y nunca hemos tenido un problema".

El problema se anunció desde que el Madrid fichó a Anelka, el verano pasado. El presidente, Lorenzo Sanz, le contrató en el intento de poner un brillante a la lista de fichajes para la temporada 1999-2000. Pretendía saciar el reclamo de la afición, deseosa de una estrella. Y el intento fue Anelka, un jugador que sólo ha marcado un gol en la Liga (contra el Barcelona) y tres en el Mundial de Clubes de Brasil. Además de tropezar como delantero, se ha ganado el desdén de todo el vestuario, salvo de sus amigos francófonos, Geremi y Karembeu. Los jugadores del Madrid ven en Anelka a un hombre injustamente privilegiado, con un sueldo superior al de cualquiera -cerca de 600 millones de pesetas- y unos méritos inexistentes.

Confundido y en su mundo

"Creo que Nicolás está confundido, en su mundo", reflexionó Del Bosque. "No se corresponde con lo que debe de ser un deportista, que debe ser una persona altruista, que se dé a los demás". Reacio a dar detalles sobre las exigencias concretas que le pusieron sobre la mesa los hermanos Anelka, Del Bosque dio a entender que las peticiones abarcaban todo el abanico de sus competencias como entrenador: "Sólo sé que dentro de mi cargo está elegir el sistema de juego, los jugadores y crear un buen ambiente para competir. Lo que nunca un jugador puede pretender es entrenar a la carta y jugar a la carta. El fútbol no es una declaración de principios pero es universal. Se juega en corto y se juega en largo, en Francia y en Vallecas. El que no lo entienda así, pues no sé... Esto me duele porque cualquier relación humana se basa en el respeto y para mí, en este momento se ha traicionado el respeto".

En este clima de desconcierto se enfrentará el Madrid al Sevilla, al que sólo le vale la victoria para salir de un descenso que parece inexorable.

Real Madrid: Casillas; Salgado, Campo, Hierro, Roberto Carlos; Geremi, Helguera, Redondo, Guti; Raúl y Morientes.

Sevilla: Olsen; Héctor, Marchena, Hibic, Tabaré; Quevedo, Ángel; Jesuli, Tsartas, Víctor; y Juan Carlos.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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