Óscar vuelve a golear

VALENCIA 2-ATHLETIC 0Andaba el Valencia que no marcaba ni a tiros, que su buen fútbol se quedaba en nada por la falta de precisión de sus delanteros, que se le iba el encuentro, cuando apareció Óscar, tan oscuro durante toda la temporada, para acabar con la sequía. Puso las cosas en su sitio. El Valencia había sido tremendamente superior al Athletic, como lo fue el miércoles al Fiorentina, y después de dilapidar un sinfín de oportunidades, puso la proa al partido por la entrada crucial de Óscar, que al fin y al cabo es un goleador y eso se tenía que ver por alguna parte. Finalemente floreció.Muy apocado salió a Mestalla el Athletic, que vio el miércoles el partido del Valencia en Florencia y probablemente le entró el tembleque a Luis Fernández, que quería imitar al Fiorentina. Y el conjunto de Cúper, que anda finísimo, lo aprovechó. Elaboró pacientemente un fútbol notable y entró por ambas bandas, hizo circular el cuero con precisión de aquí para allá, pero, como el miércoles en Florencia, no definió. Éste es el talón de Aquiles de este equipo, cuyos delanteros viven una sequía clamorosa.

El choque chispeó al final de la primera parte, con una velocísima e inteligente salida de Cañizares a los pies de Larrazabal y el consiguiente contraataque local, del que Mendieta envió largo y cruzado al Piojo y éste tuvo tiempo de parársela, de mirar al portero y de disparar. A la parte posterior del larguero. El Piojo vuelve a ser el de antaño: necesita un puñado de oportunidades para convertir alguna.

Justo en esos instantes de máxima intensidad, el Athletic sufrió una baja inesperada. Su mejor hombre, el joven centrocampista Tiko, el único que quiso el balón y el único que lo trató con cariño en el conjunto vasco, pagó la novatada y fue expulsado por dos entradas de poca gravedad.

Con uno menos, el Athletic se replegó todavía más y quiso resistir a partir del estricto orden defensivo. Pero el Valencia lo rompió con frecuencia. Otra vez con mucha paciencia. En boca de gol, primero Gerard y después Mendieta se toparon con un inspirado Lafuente. El Athletic apenas respiraba, pero Carboni, en un fallo espectacular, dejó solo a Edu Alonso ante Cañizares. Al centrocampista vasco, sin embargo, poco acostumbrado a estas acciones, se le estrechó demasiado la portería.