Seis equipos españoles afrontan a partir de hoy los cuartos de final
El balonmano español es un mal ejemplo de coordinación, imaginación, claridad de ideas y relaciones internacionales. Sin embargo, sus equipos masculinos son cada año la envidia de Europa: seis de ellos -todos los que empezaron- disputan hoy y mañana la ida de los cuartos de final de las cuatro competiciones continentales.La última mesa redonda (Pamplona, el pasado sábado) con representantes de la federación, la Liga Asobal, los jugadores y los árbitros se pareció a la anterior como dos gotas de agua: malestar general, diversidad de soluciones y progresos casi nulos. Ese mismo día, Televisión Española quería dar en directo las dos semifinales de la Copa Asobal, pero tuvo que desistir por la imposibilidad de lograr un acuerdo sobre los horarios.
Otra cosa son los resultados en la pista: la Bundesliga, lo más parecido a la NBA en balonmano, tiene dos supervivientes menos que España en cuartos de final. Tres de ellos -Lemgo, Flensburg y Grosswallstadt- son los más temibles junto a los españoles en la Recopa (Portland San Antonio y Cantabria se enfrentan entre sí), la Copa EHF (Ciudad Real) y la de Ciudades (Valladolid), respectivamente, aunque el Ciudad Real está lastrado ante los croatas por una plaga de lesiones.
Mucho más nivelada está la Copa de Europa si se exceptúa al Barcelona. Éste, que aspira a su quinto galardón consecutivo, intentará resarcirse frente a los peligrosos ucranios -que cuentan con tres jóvenes fenómenos- de sus dos derrotas seguidas a domicilio en la Liga Asobal, un hecho insólito desde 1992. El panorama más negro corresponde al Caja España Ademar frente al Celje esloveno, uno de los grandes de Europa.
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