Telefónica y BBVA sellan una gran alianza para conquistar el nuevo mercado de Internet

Telefónica y BBVA anunciaron ayer una gran alianza estratégica, basada en 14 puntos, que busca el dominio del mercado de Internet, el comercio electrónico y las plataformas de servicios móviles. La "alianza global" entre el primer grupo de telecomunicaciones y el segundo banco de España, que convulsionó la Bolsa, implicará la compra de un 3% del BBVA por parte de Telefónica. El banco, a su vez, ampliará su participación en la operadora hasta llegar al 10%. El actual presidente de Telefónica, Juan Villalonga, que refuerza su autonomía frente al Gobierno con esta alianza, ocupará una vicepresidencia del BBVA.

El BBVA, que hoy celebra junta de accionistas, colocará a uno de sus presidentes (Francisco González o Emilio Ybarra) y al vicepresidente ejecutivo, Pedro Luis Uriarte, como vicepresidentes en Telefónica. Para el banco, la operación supondrá el desembolso de medio billón de pesetas, mientras Telefónica invertirá 400.000 millones. La novedosa alianza intersectorial desarrollará, entre otras actuaciones, la participación de Telefónica en el banco Uno-e, que operará con la ficha bancaria del Banco de Comercio, que desaparecerá. El BBVA, por su parte, comprará el 40% de la sociedad Telefónica B2B, dedicada al comercio electrónico entre empresas, y tendrá el 5% de todos los proyectos de la nueva tecnología de telefonía móvil UMTS a los que Telefónica se presente en Europa. A este proyecto está invitada La Caixa, el otro socio del núcleo estable de la operadora, que se ha quedado desmarcada del acuerdo. El anuncio de alianza, del que algunos medios dieron cuenta antes de que fuera comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), convulsionó los mercados. La filtración de la noticia provocó la apertura de un expediente informativo por parte del organismo. Telefónica subió en Bolsa el 4,17%, y el BBVA, un 7,68%. La filial de la operadora, Terra, también aprovechó la corriente y ganó un 14,97%. La operación provocó un alud de reacciones. Desde el Gobierno, el portavoz, Josep Piqué, la calificó de "positiva", mientras la oposición, tanto el PSOE como IU, resaltó los riesgos del proceso de concentración que en su opinión se está registrando y las posibles repercusiones sobre los usuarios.