Euforia desmedida ante el duelo con Italia

"Perder ni siquiera se nos ha pasado por la cabeza". De esta forma tan contundente respondió Javier Duarte, capitán español, al ser preguntado sobre las consecuencias de una posible derrota de España ante Italia en la primera eliminatoria de Copa Davis. El enfrentamiento se iniciará hoy a las 11.00 (La 2 ) en Murcia y el reto del denominado G-4 (grupo de cuatro entrenadores que dirige al equipo español) es crucial: no pueden perder. La eliminatoria la abrirá Albert Costa, que actúa como número uno español, frente al segundo jugador italiano, Davide Sanguinetti, con quien nunca se ha enfrentado. En el segundo partido, Corretja se medirá a Andrea Gaudenzi, líder de los italianos, al que ha superado tres veces de cinco."Jugando al ciento por ciento no tengo duda de que somos muy superiores", siguió esgrimiendo Duarte. "Salimos como favoritos y no sólo lo acepto sino que me gusta. Pero en este caso el favoritismo tal vez es desmesurado". A lo largo de la historia de la Copa Davis, España ha llegado dos veces a la final (1965 y 1967). Sin embargo, Italia la ganó en 1976 y disputó la final seis veces (1960, 1961, 1977, 1979, 1980, 1998), a pesar de presentar equipos por los que nadie hubiera apostado.

El ejemplo más claro de lo que es capaz de hacer Italia se produjo hace dos años, en 1998, cuando llegó a la final con el mismo equipo que ahora afronta a España. Aquel año, la escuadra azzurra superó a Estados Unidos (con Todd Martin, Jan Michel Gambill y Justin Gimelstob) en Milwaukee en una superficie rápida, y dejó ya sentenciada la eliminatoria el sábado en el doble. En la final perdió con Suecia.

"Nuestros jugadores están en un gran estado", señaló Paolo Bertolucci, capitán italiano, "pero nos enfrentamos a los mejores jugadores del mundo en tierra batida. Hay que jugar con calma y pensar que la palabra imposible no existe en tenis". Este victimismo y la insistencia en recordar el mal papel de los españoles en Australia, llevó a Corretja a responder con cierto resquemor: "Es una pregunta inteligente pero asquerosa. Estoy aquí para ganar. Y si no me viera en buenas condiciones no habría venido".