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Entrevista:ANTONIO ESCOHOTADOFILÓSOFO

"La igualdad de rentas interesa tanto como la igualdad de nariz"

Antonio Escohotado, filósofo, experto en Derecho, historiador, es uno de los principales conocedores del pensamiento de Hegel o Newton, aunque la fama le llega por sus exhaustivos estudios sobre las drogas y la defensa de su liberalización. Basta buscar las referencias a su nombre en Internet para descubrir que el 99% están vinculadas con páginas que hablan sobre drogas. Pero él no quiere comentar ya sobre este asunto y prefiere aventurar el futuro de la sociedad occidental, con la progresiva desaparición de los partidos políticos y el avance hacia una democracia basada en el referéndum y con ciudadanos que no delegan su poder en terceros.Pregunta. Acaba de recibir el Premio Espasa de Ensayo por su obra Caos y orden, en la que aplica la teoría científica del caos al ámbito político, social,...

Respuesta. Y al educativo, porque se está enseñando a nuestros hijos una ciencia que es ya periclitada. La oposición clásica entre caos y orden, tal y como se ve en Newton, es una oposición artificiosa. Era una concepción del mundo simplificada, irreal.

P. Entonces está también acabado el sistema político que surge en paralelo a aquella ciencia de la Ilustración.

R. Por supuesto. En principio, ese sistema político se basa en un mundo en el que mandaba la distancia geográfica. Ahora la distancia ya no es geográfica, sino anímica, temperamental. De modo que la vieja democracia representativa pierde sentido.

P. Sin embargo, parece encontrarse más fuerte que nunca.

R. No es cierto. En Estados Unidos, desde hace 15 años se está hablando de la democracia directa. Yo no me quiero sumar a la corte de los negadores de la clase política, porque ha hecho su tarea en estos dos últimos dos siglos, porque ha supuesto además que hayan llegado a gobernar personas que no tenían medios, que venían con una mano delante y otra detrás, lo que llevó a una corrupción generalizada en todas partes, pero también a una universalización del sufragio.

P. Sin embargo, en bastantes foros se denuncia un recorte de las libertades individuales.

R. No sea pesimista. Cada vez hay menos represión, por lo menos en el mundo occidental. Excepto en materia de drogas, no veo que haya más restricciones. Quizás comience a haberlas ahora en cuestión de investigación genética.

P. Esa situación de libertad que usted describe no ampara tampoco la libre circulación de individuos.

R. Es cierto, pero considero que es algo inevitable hasta que esos países de donde proceden los emigrantes a Europa no correspondan por igual a los europeos cuando van a esos países. De todos modos, Europa necesita inmigración, mestizaje, sangre nueva. Los espermatozoides de los sabios europeos son perezosos. Pero también sería interesante que a esta gente de espermatozoides diligentes les interesaran los ideales de libertad, legalidad, ciencia.

P. ¿De dónde surge ese optimismo liberal que le caracteriza?

R. Soy optimista, pero no ingenuo. Sinceramente, si no celebramos los logros del presente no seremos capaces de seguir exigiendo mejoras. Estamos ante el comienzo de un proceso de incalculables consecuencias, que va a acontecer rápido, en el que se va a poner de manifiesto que la izquierda no es demócrata.

P. Explique esa aseveración.

R. El respaldo democrático a las soluciones socialistas se ha ido reduciendo de una forma drástica. Y yo quiero seguir siendo demócrata.

P. A pesar de la desigualdad.

R. Es que la democracia nunca se ha propuesto salvar las almas; se ha propuesto impedir el crimen y coartar el fraude. Sabemos que la igualdad de rentas interesa tanto como la igualdad de nariz o de estatura.

P. ¿Qué le parece, entonces, la posibilidad de una colaboración entre PSOE e IU?

R. Seamos sinceros, los únicos partidos que son idénticos son PSOE y PP. Si no fuéramos hipócritas, distinguiríamos entre los demócratas y los izquierdistas.

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