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BALONCESTO Euroliga

El Madrid se salva en el límite

Pocas veces se verá el Madrid en una igual. Se encontraba en condiciones de certificar matemáticamente, y con tres partidos de antelación, su pase a los octavos. Para lograrlo tenía que ganar donde todos ganan: en la pista del Cholet, un equipo cuyas credenciales no asustan a nadie más que a él mismo. Sólo ha ganado dos de los 12 partidos disputados en Europa y ocupa la sexta plaza en una Liga del nivel de la francesa.Ganó el Madrid, lo que no es noticia. Sí lo es que lo hizo en el límite y que estuvo al borde del desastre, como corresponde a un equipo capaz de hacer grande al más pequeño de sus rivales. Se salvó en la campana final merced a un triple de un Djordjevic que se pasó más de 39 minutos haciéndolo todo mal, pero al que le bastaron cuatro segundos para impedir que su equipo se llenara de fango hasta las orejas.

CHOLET 83 REAL MADRID 90

Cholet: Micoud (10), Hayes (6), Stevenson (22), Bilon (8), Dubos (9); Gautier (26), Jeanneau (2) y Marquis (0).Real Madrid: Djordjevic (11), Alberto Angulo (8), Herreros (17), Struelens (15), Scott (8); Galilea (1), Lucio Angulo (1), Iker Iturbe (11) y Mijailov (18). Árbitros: Leeman (Suiza) y Stokes (Gran Bretaña). Unos 3.000 espectadores en el Pabellón La Meilleraie.

A falta de dos minutos para el final de la primera parte, Djordjevic se colocó en la línea de tiros libres. Hasta ese momento, su aportación ofensiva resultaba fácilmente memorizable: cero puntos. Lanzó los dos tiros y nada cambió. Siguió con cero puntos. Pero los grandes, además de serlo, tienen que demostarlo. Sobre todo en los momentos de máxima urgencia. Y ahí, a qué negarlo, el serbio se maneja como nadie.

Todo transcurrió como estaba previsto hasta que al Madrid le dio el habitual pasmo, ése que le deja seco. Su acierto en ataque quitaba trascendencia al hecho de que bajo el aro madridista el Cholet hiciera una escabechina. Así las cosas, el Madrid fue ajustándose al guión y situando el marcador en su justo nivel (5-13 o 19-29). Pero ahí se quedó. Buscar razones al paulatino derrumbe de los blancos no es tarea fácil. Podría aducirse que Gautier hizo el partido de su vida (26 puntos). O que el Cholet demostró una inesperada puntería. Pero lo ocurrido no encuentra más culpable que el Madrid, condescendiente ante un rival que se fue agigantando y, lo que es peor, creyéndose que es más de lo que es.

En el paraíso debía sentirse el Cholet cuando se fue al descanso por delante (46-41), tras haber descubierto las vergüenzas del equipo más laureado de Europa. Paralizado andaba el Madrid, y mejor ejemplo que el de Djordjevic no existe. 24 minutos pasaron hasta que el base consiguió su primera canasta en juego. Al Cholet sólo se le torció el gesto cuando apareció en pista Iker Iturbe, que asumió la responsabilidad y consiguió nueve puntos consecutivos que dejaron el partido como al principio (71-71) a falta de cinco minutos.

Se suponía que el Madrid no lo podía hacer peor. Pero lo hizo. Y menos mal que Mijailov ejecutó su mejor partido desde que regresó al conjunto blanco. Gracias a él, y a que sus compañeros le echaron vergüenza al asunto, el Madrid llegó a la última jugada sólo tres puntos abajo. Cuatro segundos quedaban cuando Djordjevic se hizo presente como lo que es: un tipo que no tiembla. Su triple rescató al Madrid del infierno y llevó el partido a la prórroga (81-81). Y entonces, quizá por aquello del más vale tarde que nunca, el partido se ajustó fielmente al guión anunicado.

En los otros partidos con presencia española, el Barça perdió en la pista del Alba Berlín (72-64) y el Caja San Fernando cayó en casa ante el Maccabi (51-75).

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