"Parece que por fin Málaga se ha puesto de parto"
Este pionero de la posmodernidad en Andalucía, artista apasionado, irónico, dominador de la técnica, culto y versátil, nació en Córdoba, en 1950. Cuando parecía que su destino era Madrid, una novia le llevó a la Costa del Sol y entre Mijas y Fuengirola vive desde hace más de dos décadas. Hace unas semanas el Ateneo y la Universidad de Málaga premiaban a José María Córdoba por un grabado original. Y en este mismo año se cumplen 15 de la creación de un taller municipal de grabado en Fuengirola dirigido por él, y donde se han formado profesionales en toda la costa andaluza.Pregunta. El Ateneo le ha dado 100.000 pesetas. ¿Sabe que por la beca Picasso dan tres millones?
Respuesta. Lo de los premios es un misterio. Ahora a la gente le da un premio un banco y exponen en la iglesia. O les becan por viajar.
P. Hábleme del grabado premiado.
R. Es una variación de un cuadro mío donde había dos personajes leyendo. Pero allí salía una catedral de Málaga muy mística y ahora su lugar lo ocupa Superlópez, ese Superman barato que me encanta.
P. ¿Qué le enorgullece más de su taller en Fuengirola?
R. Crear un proyecto desde la nada. Empezamos con un tallercito y se ha doblado en espacio y máquinas. Reconozco que fue siempre bien comprendido y apoyado por los políticos.
P. Muchos profesionales de primera línea acuden a su taller.
R. Sí, pero por ayuda técnica. Y ése es lugar que quiero ocupar. Yo tengo mi rollo en el arte y no se lo tengo que enseñar a nadie. Es en las matemáticas del arte, en esa alquimia que hay que conocer bien, donde yo entro exigiendo calidad, calidad, calidad.
P. ¿Hacen los cordobeses todo tres veces? Recuerda al "programa, programa, programa" de su paisano Anguita.
R. Reiterar es muy cordobés. Dos veces, bien. Con tres, te pasas.
P. ¿Qué me dice del tema de los murales al aire libre de su pueblo? Primero se rompieron dos . Prensa, PSOE, galeristas y artistas le dieron luego caña al Ayuntamiento y parece que ahora quiere enmendarse.
R. Es más, me han consultado la posibilidad de restaurarlos. Pero la cantidad aprobada es muy pequeña: un millón de pesetas. Y con eso no hay ni para empezar. Hay que mimar mucho el patrimonio cultural. La gran manera de transformar a un pueblo es la educación, y esos murales que miran al público suponen una forma de educar a la gente y de hacer que la ciudad sea más hermosa.
P. Ahora todos inventan museos en Málaga. Diga el suyo, es gratis.
R. No sé ¿el del abanico? En serio, soy de la opinión que más vale poquito y bueno que mucho y malo. Los de fuera tenemos la sensación de que esa Málaga inexistente durante tantos años por fin ahora está de parto. Y desde aquí deseo que tenga éxito.
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