"Si el Ayuntamiento quiere guerra, habrá guerra", advierte Cabrera
El enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad, a propósito del plan de narcosalas presentado el pasado lunes por el presidente Alberto Ruiz-Gallardón, se agudizó ayer. Tanto que el director de la Agencia Antidroga de la Comunidad, José Cabrera Forneiro, anunció: "Si el Ayuntamiento quiere guerra, habrá guerra. Pero yo creo que eso nos perjudica a todos, sobre todo a los chavales drogodependientes". Cabrera insistió en que sólo irá al Ayuntamiento a explicar sus planes si se lo ordenan "por escrito".
"Nadie debería iniciar nada sin estar de acuerdo", declaró ayer el alcalde, José María Álvarez del Manzano, tras ser preguntado una vez más por el proyecto de narcosalas, aunque añadió que "no se trata de que haya pugnas, sino de solucionar problemas".Ni el alcalde ni ningún otro representante del Ayuntamiento acudieron el pasado lunes al acto en el que Ruiz-Gallardón y el delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, presentaron oficialmente el plan para abrir en la próxima primavera la primera narcosala (centro donde los heroinómanos pueden inyectarse en buenas condiciones higiénico-sanitarias). El local se instalará en el poblado de Las Barranquillas (Villa de Vallecas).
El alcalde no quiso aclarar, por la mañana, si respalda la advertencia hecha por el concejal de Villa de Vallecas, Ángel Garrido, quien ha sugerido que el Consistorio podría ordenar la paralización de la construcción de la narcosala, por indisciplina urbanística, si las obras se inician sin tener licencia municipal.
Horas después, el director gerente de la Agencia Antidroga, José Cabrera, contraatacó al desafío diciendo que "si se ve obligado a ello" exigirá a los Centros de Atención a Drogodependientes (CAD), que están a cargo del municipio, la correspondiente autorización sanitaria que concede la Comunidad de Madrid. "Y hay algunos de estos centros que no tienen esta preceptiva autorización", señaló Cabrera, antes de advertir que "si alguien quiere guerra, habrá guerra".
Otro motivo de fricción es la exigencia de Álvarez del Manzano de que Cabrera acuda a la Casa Consistorial a dar una "explicación complementaria" sobre el proyecto de narcosalas. "Tenemos la responsabilidad en esta ciudad y me parece muy bien si se quiere instalar la narcosala en otro municipio de la Comunidad de Madrid, que hay muchos; pero mientras esté aquí, tenemos obligación de enterarnos bien del proyecto", manifestó el regidor.
Sin embargo, el responsable de la Agencia Antidroga ha expresado durante los últimos días su negativa a satisfacer los deseos municipales. Y ayer, en declaraciones a EL PAÍS, lo reiteró de forma aún más clara y rotunda: "Salvo que que me lo ordenen por escrito", dijo, "ni yo ni ningún director general de la Comunidad va a ir al Ayuntamiento de Madrid".
Fuentes de la Comunidad agregaron, por su parte, que el Plan Municipal sobre Drogas ha mostrado hasta ahora "escaso interés" por el proyecto que impulsa el Gobierno regional y que incluso apoya y subvenciona paricialmente el Ejecutivo central a través del Plan Nacional sobre Drogas que dirige Gonzalo Robles.
Simplificación
Según Álvarez del Manzano, la polémica desatada en torno a las técnicamente denominadas salas de venopunción "no se debe simplificar diciendo que es más limpio pincharse en una sala que en una alcantarilla, porque eso ya lo sabemos; el problema está en recuperar a las personas y no dejar sólo que se pinchen".
Cabrera, notoriamente enojado, replicó a estas palabras del primer edil: "Estamos permanentemente en estupor por las declaraciones que se hacen respecto a los drogodependientes.. En la Agencia Antidroga ya no podemos aguantar más. Hablar de simpleza en un asunto por el cual mueren alrededor de 250 chavales cada año, es algo más que insensato".
"Nosotros vamos a seguir luchando por nuestras ideas, porque creemos que el proyecto es bueno para ayudar a los jóvenes que están constantemente al borde de la muerte...Y los demás, que piensen las cosas que dicen", añadió el director de la Agencia Antidroga.
Las narcosalas son un proyecto aprobado por consenso por los tres grupos representados en la Asamblea regional (PP, PSOE-Progresistas e Izquierda Unida). El portavoz de esta última formación, Ángel Pérez Martínez, terció también la polémica de las narcosalas. Pérez declaró a la agencia Efe que estos establecimientos "son un primer paso para empezar a vencer la hipocresía política, que está representada por un sector de la derecha en el que se ubica el señor Álvarez del Manzano".
Pérez opinó que "es una idea que hay que seguir desarrollando y lograr que se administren las sustancias a los toxicómanos para garantizarles la calidad" de la droga. "Si se profundiza en esto y se consigue integrar ese mundo en la realidad", agregó, para corregir sus lacras, será un éxito, pero si sólo sirven para que no se vea la realidad, las narcosalas serán un fracaso".
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