La afición al golf se dispara en España

Si hasta José María Aznar, que no iba más allá de las canchas de paddle, parece que ha decidido que el golf es el mejor deporte. El presidente del Gobierno, por lo menos, se ha hecho la foto de rigor, y ha echado el partidillo obligado, con Sergio García. Y dicen que en Oropesa del Mar, donde veranea en familia, se está proyectando un campo de golf. O sea, es uno más de los afectados por el virus golfístico que ha asolado España desde que El Niño de Castellón ha conquistado triunfos en las canchas de medio mundo. En la federación no quieren justificar la moda sólo con la irrupción de Sergio García, pero informan de que el número de licencias en España ha pasado de 135.000 en diciembre de 1998 a más de 153.000 a 30 de noviembre de 1999. Más de 18.000 licencias nuevas. Un aumento cercano al 15%, que no está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos 10 años, años grandes en lo que respecta al crecimiento de la afición por un deporte considerado de ricos no hace mucho, el crecimiento medio era de un 10% anual.Una licencia de jugador adulto con hándicap (es decir, que puede demostrar un nivel mínimo de juego) cuesta 7.000 pesetas al año, y una infantil, 1.500. La licencia es necesaria porque proporciona un completo seguro médico y de accidentes, y también porque muchos clubes exigen un determinado hándicap para otorgar horas los fines de semana.

La percepción externa dice que el fenómeno Sergio García ha calado fundamentalmente en los más jóvenes, un sector de la población que, según los tópicos, pide emociones fuertes y que veía en el golf un deporte demasiado reposado. Sin embargo, en la federación no cuentan con datos para poder asegurar que el crecimiento de licencias se ha dado más entre los menores de 20 años.

Coincidiendo con el aumento de licencias, también se está produciendo un boom en la construcción de campos, sobre todo en zonas, como Castilla y León, que siempre han estado por debajo de la media nacional. Actualmente en España hay 201 campos completos, 14 de pares tres (de nueve hoyos cortos), 25 rústicos (sin hierba, con greens de tierra) y 43 canchas. En construcción hay en estos momentos 16 campos más. La mayoría son de iniciativa privada y están ligados a promociones urbanísticas.

En Estados Unidos, el paraíso, 40 millones de personas juegan al golf.