Los chechenos refuerzan posiciones a la espera del asalto ruso sobre Grozni

Las fuerzas rebeldes chechenas lograron ayer romper el cerco casi completo de las tropas rusas sobre Grozni e infiltrar a 800 hombres para reforzar sus posiciones en la capital de la república norcaucásica. Según fuentes rebeldes, sus combatientes dentro de la capital suman unos 5.000 hombres, que están construyendo fortificaciones entre las ruinas para hacer frente a un probable asalto de las tropas rusas. Los rusos acentúan su presión y ya controlan todas las carreteras de acceso a la ciudad, a la vez que intensifican sus bombardeos. Por el momento, prefieren debilitar la resistencia chechena antes de acometer el definitivo asalto sobre la castigada ciudad. Moscú quiere evitar a toda costa los combates calle a calle que provocaron un descalabro al Ejército ruso hace tres años. Entretanto, la administración establecida por Moscú en las zonas que controla en Chechenia trata de devolver una apariencia de normalidad que contrasta con el caos que supuestamente existe en el territorio dominado por "terroristas y bandidos". Los servicios esenciales -luz, agua y gas- se están restableciendo, pero con una lentitud que desespera a una población civil que difícilmente deja de mirar a los soldados rusos como invasores.